El mundo es injusto, eso todos lo saben, si se aparece el amor no todos pueden recibirlo de brazos abiertos y menos si aparece cuando menos lo deseas.
Jisung es un cazador, pero su madre, la líder de estos lo detesta con todo su ser al culparlo de l...
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En la espesura de los bosques habitan civilizaciones de seres sobrenaturales que a los ojos humanos no son más que peligros latentes, entre estas razas hay miles, millones y cada uno funge de forma diferente, con una personalidad única y un pasado atroz, o bueno, decadente, pero vamos no me crean a mí, solo les narraré la pequeña vida de Jeon Soyeon.
Cuando era joven a ciencia cierta Soyeon no sabía que quería para su futuro, solo sabía que el mando del clan de cazadores se le sería dado, ella tendría que dirigir esa raza celebre a la que todos los seres temen y admiran, pero a la vez sabía que no podría hacerlo sola, más bien que no quería, pero no había una forma de cambiar el inédito final solitario que tendría.
Ella obtuvo el mandato a una temprana edad por lo que ya en el liderazgo no sabía qué hacer y mucho menos cómo reaccionar, cuando había un pedido ella se retrasaba, estaban a punto de delegarla cuando su hermana Soojin entro en acción tendiéndole la mano, su querida hermanita le dio las armas, la instruyo como la cerebrito que era. Si le preguntaban a Soyeon, Soojin debería de haber heredado el liderazgo porque era una cerebrito con buen corazón.
Con ambas hermanas mejorando día a día los cazadores obtuvieron muchísimo más respeto y eran solicitados a cantidades exorbitantes al punto de ser imposible el cubrir todos los pedidos, conseguir un cazador se volvió muy complicado así que las razas recurrían a los humanos como último recurso y rápidamente eran traicionados por esas arpías mortales, eso Soyeon lo ocupo para poner más prestigio en su apellido incluyendo las subastas de cazadores en su catálogo, de a poco eran un imperio.
Pero todo imperio tiene un lado oscuro
En una ocasión Soyeon se encontraba en una misión, en ese momento conoció a Han Yeosang un licántropo, de primer momento Soyeon se puso a la defensiva, lobos y cazadores se llevan mal y eso ambos lo sabían, ambos estaban en espera de un ataque del contrario hasta que llego Soojin con un cachorro en brazos, ambos al verla se desconcertaron, Soyeon preguntándose porque su hermana tiene un bebé y Yeosang preguntándose porque esa cazadora tiene al hijo de su hermano Mingi
—¿Qué? Me van a decir que ambos están con su bobería de "somos razas enemigas"—. Les dijo Soojin de forma burlona, ambos chicos agacharon la cabeza asintiendo, Soojin ablando la mirada viendo al bebé en sus brazos —No deberían regirse por eso, son peleas que un libro nos ha mantenido, ¿por qué importaría lo que digan nuestros ancestros si la mayoría de estas no son certeras? Nuestros ancestros creían imposible la reproducción entre razas dentro de una especie y a la fecha estas mezclas son el 70% de la población, por eso les reitero la pregunta ¿por qué vendrían a importar esas creencias?— Les dijo Soojin haciendo al par pensar
Luego de esa misión Yeosang se negó a dejar ir a Soyeon, ambos lo sabían, eran destinados, pero no estaban seguros si intentarlo
"—Soyeonnie ¿Enserio me dejarás?— Le pregunto Yeosang, Soyeon con lágrimas negó tomando a su destinado en brazos, jamás dejaría a su bebé"
