Las mellizas de Abi Stone ® | Terminada ✔️

Capítulo 52 "Final"

Quiero aclarar, con este pequeño anuncio, que publicaré los capítulos finales de una sola vez. Contemplé la idea de ocultar esta historia, varias veces, pero creo que amo tanto a estos personajes, que merecen un final digno. Por lo que, ahí llevan el final de mi historia, finalmente de la trilogía de la maravillosa Abi.

Habrán fallos, y quizás deba darle 638293 vueltas al capítulo. Pero bueno, os regalo éste final y ya habrá otro momento para arreglarlo.

Gracias a quién siga aquí, a quién aguardó paciencia y cariño a mis escritos, a la confianza que me otorgaron que ni yo misma tenía. Espero que disfruten del final y perdón por la espera (de incluso años) no me encontraba mentalmente preparada para continuar esta historia, pero lo haré, por ustedes, mis little novelistas.

Winter

Me despiertan, a golpes, no sé exactamente quién. Una persona, con un pasamontañas sobre su rostro y Mary sonriente a su lado nos observa. Me quitan las cuerdas de las muñecas y de los tobillos, me vuelven a atar las manos y me empujan fuera de esta especie de habitación extraña. Nos encontramos en un almacen, perdido en la ciudad, ni siquiera me suena, la persona me deja allí y hace la misma operación con mi hermana. Lo que aprovecho para comenzar a dar patadas a la puerta de chapa.

-¿¡SUMMER!?¿¡WINTER!? ¡ESTAMOS AQUÍ, GOLPEA SI SOIS VOSOTRAS!

Oír la voz de Brandon de alguna parte de este inmenso almacen llena mi pecho de paz y esperanza, seguro que debe de estar en alguna de las habitaciones. Vuelvo a dar una patada, antes de que Mary me propine un puñetazo y caiga al suelo. Al menos, sé que saben que somos nosotras.

Nos sacan a mi hermana y a mí de allí, con un saco sobre la cabeza y en el trayecto solo puedo oír la voz de Mary diciendo, "acelera, nos pisan los talones y te tiraré al mar como una bolsita de té si nos pillan"

¿Mar?

Abi

Cinco pastillas en un día y medio, la noche se avecina y yo aún no tengo ningún tipo de respuesta sobre mis hijas. Me encuentro en nuestra casa, con un montón de personas desconocidas a mi alrededor realizando un millón de operaciones.

Max vuelve a estar con la enfermera porque se ha desmayado ya 3 veces, y no hay manera de regular su tensión.

Las personas me hablan, piden información, han inmobilizado el país, cerrado el internado, los padres de los amigos de mis hijas ayudan, mi padre ha llegado desde España hace poco, mi hermano me tiende un vaso de agua con una nueva pastilla, todo da vueltas, todo. Y mis hijas siguen sin aparecer.

No dejo de pensar en aquel escrito, aquella nota. Anónimoqueconoces, ¿quién demonios eres?

Me complace ser, la primera persona en anunciar esto.

-Chico, tenemos que hablar contigo. -le dicen a mi hermano, pero todo se oye lejano, será por el sedante de las pastillas.

-Dime, agente.

-¿Cuándo fue la última vez que viste a las señoritas Stone?

-La última persona que estuvo con mi sobrina Winter fue la madre de Bruno.

Alguien de vuestro mayor tesoro, ahora es mío. Dilo en plural ahora, jiji.

-¿De Summer no sabe nada?

-No, sólo vi a lo lejos a Winter, y se marcharon a no sé dónde...

Mi cabeza iba a estallar, comencé a unir cosas, todo empezó a dar vueltas, la conversación de mi hermano se convirtió en un eco, en una voz pasada, todo parecía producto de un sueño, dónde la vida corría de manera lenta. Se me adormecieron las manos, y mi cabeza iba a explotar de tanto pensar.