¿Se saben el refrán de de tal palo tal astilla cierto? Bien, téngalo muy presente porque en ésta historia la bendita descendencia de Abi Miller y Max Stone han venido a arrasar con todo lo que se les presente.
Ellas, Winter Stone y Summer Stone, est...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Verano soy
Caminamos por los pasillos del internado, nerviosas. Sí a nuestro abuelito le ha pasado algo... no sé que sería de nosotras.
Vemos en la sala de visitas de primer plano a papá, un poco detrás de él la abuela Angeline junto a nuestro tío Mike.
Entramos, entonces vemos al abuelo sentado en la primera mesa, hablando con mamá. Al oír nuestra entrada, o mejor dicho nuestros pasos, ambos deslizan sus miradas para posarlas en nosotras.
—¿Qué ha pasado?—cuestiona Winter y nos sentamos las dos a cada lado del abuelo, dejando a mamá a mi lado.
—Chicas vengo a anunciaros que nos vamos a mudar por tema de trabajo a Canadá.—comenta él.
—Pinche pendejo ya me asustaste.—digo con rabia en el tono y mi hermana y yo suspiramos a la vez.
—Pensé que me echarían de menos.—se cruza de brazos burlón y divertido, sí, está perfectamente.
—Pero, bajarás para las fechas importantes ¿no?—cuestiona Winter apoyándose en su hombro, abrazándose a su brazo.
—Claro, igual que nosotros subiremos a verlo.—comenta mamá desde mi lado.—empezando por este finde para acción de gracias.
—Casi me emociono pensando que nos ibamos a ir de este internado.—muestro un puchero, mi abuelo comienza a reír y nos abraza a ambas estrechándonos entre sus fuertes brazos.
—Sabéis que el buenorro de vuestro abuelo Josh Miller no muere tan fácilmente.—nos guiña un ojo una vez nos zafamos de su abrazo anti-oxígeno.
—No pero el ego crece por día eh Josh.—mi hermana pega un sutil puñetazo en su brazo, bromeando.
—Chicas, este finde iremos a Canadá para celebrar el acción de gracia con ellos ¿vale?—habla papá apoyado en el marco de la puerta.
—¿Pero y la abuela Nina?—cuestiono.
—También vendrá tranquilas.—mamá sujeta mi brazo para acariciarlo mientras me sonríe cálidamente.
—Y tenemos otra noticia que daros.—comenta la abuela Angeline ahora.
Todos miramos a Angeline sorprendidos, incluidos papá y mamá. El abuelo se ríe y mamá comienza a mostrar un rostro horrorizado.
—Otro bebé no.—pide mamá, juntando las palmas de sus manos en forma de súplica.
Ellos ríen, a carcajadas limpias y completas, menos el tío Mike.
—Tengo miedo.—comenta papá alejándose de la abuela Angeline y sentándose junto a mamá, ella acaricia su cabeza tranquilizándolo.
—Chicas, Mike va a mudarse a vuestro internado.—sonríe Angeline y entonces Mike bufa enfurecido ante la situación. Ahora se ríen papá y mamá.