¿Se saben el refrán de de tal palo tal astilla cierto? Bien, téngalo muy presente porque en ésta historia la bendita descendencia de Abi Miller y Max Stone han venido a arrasar con todo lo que se les presente.
Ellas, Winter Stone y Summer Stone, est...
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Spoiler/Pista: la cara de Brenda va a ser próximamente vuestra cara.
Winterina
Deslizo mi vista por cada rincón de la clase mientras a lo lejos se puede oír aún a la profesora de filosofía. No sé quién es Pluton, pensé que se trataba de un simple planeta y ahora parece ser súper importante.
—¿Y el larguiducho?–le cuestiono, cuando mi búsqueda fracasa, a mi melliza.
Ella se encoge de hombros y muerde el culo de su bolígrafo.
—Tampoco vi a Brandon hoy.—frunce sus labios y vuelve a mirar al frente.
Es bastante extraño que no estén en clase, en ninguna de las clases, pero tampoco es como si me importara su existencia ts.
Bruno, su-pera-do.
No me peguen lectores.
—Organizan la boda falsa de Brandon y Emily.—informa Charlie.—les dije que les invitaran.
—¿Qué hiciste qué, chicle de fresa humano?—cuestiona Mike volteándose cual chico poseído.
—¿Qué? ¡NO QUIERO IR SOLA!—se defiende haciendo morros. Cruza sus brazos bajo sus diminutos pechos.
—No pienso ir a... eso.—aclama Brenda con una mueca de horror y repugnancia.—¿les dije que jamás me casaré?
—Ya, eso decía la mismísima Abi Miller, y míranos.—nos autoseñalo.
Es de las pocas anécdotas que sabemos de nuestros padres.
—Podríamos arruinar la fantástica boda.—dice de repente Colton y todos lo vemos como un angelito, caído del cielo, hermoso y divino.
Dios es la mejor idea que ha tenido posiblemente en toda su vida.
—Apúntame para esa cosa.—le guiña un ojo Summer.
—Primero necesitamos que nos inviten personalmente.—recuerdo.—para hacerlo todo más inesperado aún.—froto mis manos como malvada.
—Tranquila, de eso me ocupo yo.—sonríe Charlie.
—Chicos, arruinemos la boda.—objeta Brenda y todos gritamos eufóricos, causando por supuesto y claramente la atención de todos puesta en nosotros.
—¿Y bien?—cuestiona la profesora de filosofía con sus manos apoyadas en sus caderas, esperando una respuesta.
—Por fin le llegó la regla a la chica.—comenta Mike refiriéndose a Charlie, que se vuelve un tomate rápidamente y lo mira alarmada.—no queríamos ser tíos aún.
—¿¡QUÉ!?—grita Eddie desde la otra punta de la clase, con el rostro desencajado. Omar a su lado solo ríe.
—¿No te enteraste?—cuestiona Summer.—¡FALSA ALARMA!
