스물 여덟 (VEINTIOCHO)

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AMANDA


Y como le había propuesto a jungkook antes del desayuno, después de que terminamos de desayunar me fui a alistar para poder pasar por su casa y cambiarse de ropa para irnos juntos a la agencia.

Con mi uniforme, placa, arma y bolso baje las escaleras donde estaba jungkook esperándome. Ambos salimos de mi casa para ir a su auto e ir a su casa.

No tardamos más de 45 minutos en llegar a su lugar de residencia. Bajamos del vehículo y caminamos por el pequeño camino de rocas hasta el umbral de su casa, saco sus llaves abriendo la puerta dejándome entrar primero, luego lo hizo el. Repase con mi mirada toda la sala, comedor y debo admitir que está muy bien organizada y decorada, con paredes bañadas en un lindo color blanco, muebles de cuero café que hacían contraste con el color de las paredes, pisos de madera color café claro, uno que otro cuadro de pintura y por último y lo más importante algunas que otra foto de jungkook y sus amigos.

Ambos subimos las escaleras hacia su habitación, al llegar el cuarto estaba bien ordenado y una decoración muy elegante; paredes en azul oscuro que hacían una gran combinación con el color de la madera oscura de la cama, closet y techo, cortinas en color gris oscuro y las sabanas de la cama entre blancas y azules le daban un toque muy masculino a la habitación.

En fin, jungkook se dirigió a su closet y de ahí saco su uniforme, tomo una toalla y antes de adentrarse al baño y aunque para muchos sea una tontería como si no nos fuéramos a ver más dejo un casto y corto beso en mis labios para al fin irse a bañar.

Sonreí y me senté en el borde de su cama a esperarlo mientras eso seguía detallando la habitación, hasta que mis ojos pararon en una fotografía que había en una mesa de noche, en aquella foto podía suponer que las personas que lo rodeaban era su familia. Estaba tan concentrada en la foto que no me di cuenta cuando jungkook salió del baño ya vestido con el uniforme y con una toalla alrededor de su cuello secando su cabello algo largo.

Me levante para ayudarle a secarlo y cuando ya estaba algo seco con mis dedos lo peine a mi gusto, su mano que estaba en mi cintura me acerco a él y de modo de agradecimiento beso mis labios y no pude evitar sonreír en medio de él. Nos separamos y tomo lo último que necesitaba que era su placa, arma y el bolso para que después saliéramos de su habitación hasta la sala y así irnos a la agencia.


1 hora después...


Nos tomó como una hora llegar a la agencia por el terrible tráfico que había hoy, pero de igual manera no estábamos llegando tarde, ambos bajamos del auto y nos adentramos a las instalaciones de la base, a la par del otro caminamos hasta llegar a la sala de planificación donde los demás oficiales estaban presentes. Camine hasta colocarme al frente de todos y ordene hacer silencio.

- Muy buenos días chicos, espero que hayan descansado lo suficiente porque debemos prepararnos para ejecutar el plan para llegar a Paolo Wang – anuncie mientras tomaba un diminuto control remoto para encender la pantalla donde yacía el plano de donde podría estar ubicado aquel criminal.

- Muy bien, según la captura que habíamos llevado a cabo en la mansión donde se estaban fabricando la droga que partiría de aquí hasta Tokio, el tipo que se encargaba de supervisar y mandarla a dicha ciudad se encuentra en custodia nuestra y gracias a la prueba de interrogación que se le hizo pudimos sacar la ubicación no solo de donde están las pequeñas organizaciones de los socios que tiene Wang sino que también nos dio la ubicación exacta de donde se esconde Wang – todos en la habitación estaban sorprendidos.

OPERATION EASTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora