OPERATION EAST

서른 아홉 (TREINTA Y NUEVE)

JUNGKOOK

Y como había dicho la señora Vivian, todos nos encontrábamos celebrando en un restaurante. Todo el ambiente estaba basado en anécdotas, risas y uno que otro momento vergonzoso por parte de mi mamá hacia mí.

Tuve que lidiar con todas las burlas de Amanda hacia mi persona cuando mi querida madre contaba cosas que yo hacía de pequeño en complicidad con mi hermano.

Pero bueno, ¿Qué cena familiar seria esta si no viene incluido los momentos de vergüenza de cuando nosotros éramos pequeños?

La celebración llego a su fin y todos salimos del restaurante. Emily le pidió a su madre a ver si podía quedarse con mis padres, ya que quería conocer a sus nuevos abuelos y pasar tiempo con ellos. Y como siempre esta Emily ganándole con sus pucheros y ojitos de venado a Amanda quien accedió minutos después.

La niña salto de felicidad y abrazo a su madre por las piernas, se separó de ella y se despidió de su abuela y de mí. Se colocó en medio de mis padres y ellos le dedicaron una sonrisa tranquilizadora a mi novia diciendo que estaría bien en sus manos, ella les devolvió la sonrisa y mis padres se fueron a donde se estaban quedando.

Y después de que desaparecieran de nuestra vista, la señora Park también se despidió diciendo que iba a descansar. Ambos nos despedimos de ella y ahora solo quedábamos nosotros dos.

1 hora después...

Ahora nos encontrábamos en la sala de mi casa mientras Amanda quitaba los botones de mi camisa sin despegarnos del beso fogoso que empezamos de camino hacia aquí, ya terminada su acción la retiro tirándola alguna parte de la sala, mis manos subieron a su camisa e hice lo mismo, bueno lo intenté porque mis manos querían arrancarla de su sitio, sin embargo de abstuve de hacerlo.

Luego mis manos viajaron por sus caderas hasta piernas donde las agarré para que Amanda tomara impulso y sus piernas se engancharan en mi cintura. Con ella encima mío subí las escaleras hasta mi habitación y sin aun separarnos del beso desvié mis labios a su cuello para comenzar a morderlo y besarlo a mi antojo mientras escuchaba los pequeños jadeos que soltaba Amanda, y que dichos jadeos hacían que me prendiera más.

Al llegar a segundo piso busqué mi habitación y al tener la puerta enfrente a mí. La abrí para adentrarnos a ella y como solo estábamos nosotros solos no había necesidad de cerrarla con llave.

Lleve a Amanda a la cama recostándola lentamente mientras nos besábamos con ganas como si este beso fuera el ultimo que nos daríamos, sus delicadas manos fueron hasta el cinturón de mi pantalón y lo retiro de una en conjunto con la prenda.

Y sin quedarme atrás yo hice lo mismo, pero con la falda de su uniforme. Mis manos se dirigieron a su espalda donde mis dedos hicieron el trabajo de retirar el sostén de color negro. Mis besos bajaron desde su cuello hasta el valle de sus senos y continúe hasta llegar a su vientre, sus manos se enredaban en mi cabello desordenado y húmedo por el sudor que secretaba mi cuerpo y el de Amanda debajo del mío, las jaladas que ella hacia me incitaban a que fuera más lejos y con gusto le concedería su deseo.

Mis manos viajaron hasta la última prenda de ropa que cubría su cuerpo y sin desperdiciar mi tiempo mi boca ataco su zona intima provocando que su espalda se arqueara, sus manos jalaran más fuerte mi cabello y soltara un glorioso gemido.

- Ah~ si, ahí Jungkook~ -

Sonreí mientras seguía con mi trabajo acá abajo, los minutos para mi dentro de su zona intima se me hacían eternos y daba por seguro que pronto se vendría, y como no quería que la diversión se acabara tan rápido, subí nuevamente buscando sus labios para besarlos con fervor, y ella aprovecho ese lapso de nuestro beso para bajar la última prenda que faltaba por ser despojada y así sentir nuestros cuerpos a plenitud.

El sabor de sus labios contra los míos eran lo más exquisitos que había probado en mi vida y jamás me cansaría de probarlos, sus manos se aferraban a mi espalda acercándome a su cuerpo y sus senos se comprimían contra mi pecho lo cual era simplemente glorioso porque podia sentir sus duros pezones.

Estaba tan concentrado en besar sus deliciosos labios que no me di cuenta en que momento yo era el que estaba con mi espalda contra la cabecera de la cama y con Amanda encima de mi regazo moviendo sus caderas en un maldito y sagaz vaivén que me estaba volviendo loco.

Sus labios se despegaron de los míos para imitar la acción que yo hacía en su cuerpo con el mío y estaba demás decir que me fascinaba, la poca cordura que tenia se estaba yendo al caño al momento que sus labios mordieron sutilmente mi cuello, la tome de las caderas para dejarla debajo de mí y sin esperar tanto me adentre a ella lentamente mientras ella soltaba un jadeo y yo un gruñido.

Entraba y salía lentamente pero muy profundo, mis manos tomaron las suyas para llevarlas hasta su cabeza y entrelazar nuestros dedos, la bese y con ello baje más para enterrar mi cabeza en su cuello y clavículas con mis tenues y sutiles mordidas que la impulso a enredar sus piernas en mi cintura lo cual me saco un largo gruñido contra la piel de su cuello.

Mis embestidas subieron de tono y en menos de 5 minutos sentí como Amanda se corría y soltaba un largo suspiro contra mi oído, me seguí moviendo dentro de ella hasta que me vine dentro de ella y eché mi cabeza hacia atrás jadeando, Salí de ella a la par que ella soltaba un pequeño jadeo.

Me desplome a un lado de ella, ambos respirábamos agitadamente, cerré los ojos por un momento tratando de calmar mi respiración y los latidos acelerados de mi corazón. 

Sentí un peso en mi pecho y baje la mirada al ver la cabeza de Amanda reposar sobre el. Mis brazos se enredaron en su cintura acercándola a mi cuerpo, una de sus manos tomo la sabana que estaba cerca de nosotros y nos cubrió a ambos, repartía caricias a lo largo de su espalda mientras ella hacia pequeñas figuras con sus dedos en mi pecho.

Nos manteníamos así en silencio disfrutando de las caricias que nosotros nos otorgábamos. Mis labios se posaron en su cabeza dejando un ligero y suave beso contra su cabello. Sentí su respiración tranquila golpear contra el espacio entre mi pecho y cuello.

La abracé más y colocándome de lado de modo que su cabeza quedara recostada en mi brazo y mi cabeza cubriendo la suya. mis brazos la acogieron abrazándola delicadamente.

Solté un último suspiro acompañado de una sonrisa y mi cuerpo cayo en brazos de Morfeo disfrutando del calor que el cuerpo de Amanda me brindaba contra el mío.

CONTINUARA.