OPERATION EAST

아홉 (NUEVE)

AMANDA

Caminaba por los pasillos de la escuela de Emily mientras la tenía agarrada de mi mano ocultándose detras de mi de todas las miradas que echaban los niños en el pasillo.

Quienes curiosos me veían por solo llevar mi uniforme, placa y arma en mi cintura, caminamos un poco más y nos detuvimos en la oficina del director del colegio, con mis nudillos toque la puerta y desde adentro se escuchó el "pase".

Entre a la oficina y el director se levantó de su asiento para saludarme, extendió su mano y yo solo por cortesía la estreche con la mía.

- Buenos días director – mi semblante se mantenía serio.

- Señorita park, ¿Qué la trae por aquí? – se sentó nuevamente.

- Voy a ir al grano, ayer mi niñera llego a mi trabajo diciéndome que un compañero de clase de mi hija la había golpeado y que supuestamente no es la primera vez que sucede, si no que se ha venido presentando varios eventos respecto a esto –

- Oh, entonces es por eso – por como respondió entendí que se le hacía indiferente el tema –

- ¿Como así que de eso se trata? - dije indignada - ¿no ve que es un niño contra una niña? – me empezaba a irritar este tipo.

- Señora park es solo un juego de niños –

- ¡No!, ¡no lo es! – exclame enojada – esto es mucho más grave, no ve que a lo que usted llama "juego de niños" puede llegar al punto de golpearle un ojo o quebrarle un brazo – fruncí mis cejas enojada.

- Señora por favor no me hable así, yo soy la autoridad aquí y yo sé que es peligroso y que no –

- ¿¡Usted que va a saber de eso!?, ¿sabe que? no voy a perder mi tiempo con usted, prepárese porque a las horas de la tarde a su escritorio le llegara una demanda por negligencia escolar - con mi hija detrás de mí me dirigí a la salida de la oficina no sin antes que la voz del director me detuviera.

- ¡No!, señorita park no creo que haya necesidad de llegar esos términos, ¿no lo cree? – lo interrumpí de golpe mirándolo seriamente.

- Claro que llegaremos a esos términos, usted mismo no está midiendo las consecuencias de sus actos al ver que se trata de un tema muy delicado y por si aun le queda dudas, como yo soy parte de la policia, aquella demanda no demorara mucho, ya que si a mi me da la gana en menos de una hora esa demanda estara en su escritorio –

- Que tenga un lindo día señor director – y Salí de su oficina dejándolo con la palabra en la boca.

Ahora retomamos camino hacia el aula de mi hija y en el camino le dije:

- Mi niña, ten en cuenta esto, si te vuelven a molestar no dudes en decirme ok, soy tu madre y me preocupo por ti y no te debe dar miedo por como vaya a reaccionar, nunca me enojaría contigo, porque te amo mucho y eres lo mas importante para mi, ¿ok? – le sonreí cuando fijo su mirada en mi rostro.

- Está bien mami – sonrió y continuamos nuestro camino.

Al llegar toque la puerta y la maestra apareció segundos después.

- Oh señorita park –

- Lo siento por la demora, tenía que ocuparme de un asunto con Emily – sonreí un poco apenada y esta sonrió.

- No se preocupe aun no hemos empezado clases – asentí y me agache a la altura de mi hija.

- Ya sabes cariño, espero que te vaya bien – le di un beso en su mejilla y coronilla.

- Está bien mami – ella me abrazo y tomando la mano de la maestra entro al salón.

Y antes de que se cerrara la puerta ella se despidió de mi agitando su manita frenéticamente a lo que yo imite su acción.

(...)

Después de unas largas seis horas metida en la oficina, me sentía exhausta, estar buscando y leyendo documentos que tengan enlaces con este caso es muy agotador y lo peor es que no servían de nada.

Al parecer todos los archivos, casos, indicios que me lleven a una conclusión sobre este Paolo Wang no existen.

Llevé mis manos a mi cabeza masajeando mis sienes por el reciente dolor de cabeza, recosté la misma sobre mis brazos buscando relajarme un poco. Pero esa tranquilidad se fue interrumpida por un olor a café, levante mi cabeza y observe el vaso de café caliente siendo sostenido por una mano.

Dicha mano que ya reconocía y muy bien.

Alce mi cabeza enfocando el cuerpo de jungkook observándome detenidamente.

- Parece que necesita una buena taza de café para despertarse – hablo mientras llevaba su vaso hacia sus labios.

- Si, gracias – tome el vaso y deje que el delicioso y caliente sabor del café cubriera mi garganta.

- ¿Necesita ayuda en algo? – pregunto y asentí.

- Si tiene tiempo – dude, pero el asintió.

- Claro, ¿en que la puedo ayudar? –

Le señale aquellas hojas regadas en la mesa y este las tomo empezando a revisarlas mientras yo tomaba el computador y comenzaba a buscar en la base de archivos.

CONTINUARA.