El Gran Show de Pepito y compañía

Un conde #6

Narrador: En este episodio, el Marqués de Banana presenta a su padre, el Conde Plátano, a los demás personajes. Veamos qué sucede.

[El Marqués de Banana y el Conde Plátano entran en escena]

Marqués de Banana: ¡Buenas tardes, queridos amigos! Les presento a mi padre, el Conde Plátano.

Conde Plátano: Encantado de conocerlos a todos. Mi hijo siempre habla muy bien de ustedes.

Pepito: ¡Un placer conocerlo, señor Conde Plátano! ¿Cómo es ser parte de la realeza?

Conde Plátano: Oh, joven Pepito, no todo es oro lo que reluce. Aunque es cierto que tenemos ciertos privilegios, también tenemos muchas responsabilidades.

Plaserio: Yo creo que la realeza debe ser muy interesante. ¿Podría contarnos alguna anécdota de su vida en la corte?

Conde Plátano: (riendo) Ah, tengo muchas anécdotas divertidas. Una vez, en una cena formal, mi yerno se confundió de cubierto y comenzó a comer con la cuchara para postres. Todos tratamos de disimular, pero no pudimos evitar reír.

Marqués de Banana: ¡Esa es una buena historia, padre! Pero, ¿sabían que en la corte también se juega fútbol? Sí, soy el capitán del equipo real.

Hoguerausto: Interesante. Pero, ¿no creen que es un poco absurdo que algunas personas tengan privilegios simplemente por haber nacido en una familia determinada?

Conde Plátano: (sorprendido) Oh, veo que tenemos un pensador crítico en nuestro grupo. Bueno, es cierto que la monarquía tiene sus detractores, pero también tiene sus defensores.

Plaserio: Yo soy vegetariano y creo que todos los seres vivos merecen ser tratados con respeto y dignidad.

Conde Plátano: (asintiendo) Comprendo su postura, joven Plaserio. De hecho, en mi último viaje al extranjero, visité un refugio de animales y me impresionó la labor que hacen por ellos.

Marqués de Banana: Bueno, ya que estamos en el supermercado, ¿por qué no compramos algunas frutas para preparar un delicioso postre real?

Pepito: ¡Sí, por favor! Me encanta la fruta.

[Todos se dirigen hacia la sección de frutas, riendo y charlando animadamente]

Hoguerausto: (en voz baja) La monarquía puede tener sus encantos, pero también es una institución obsoleta que no debería seguir existiendo.

[La cámara se desvanece mientras continúan las risas y las conversaciones en el supermercado]