Un pueblo #24

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Conde Plátano caminaba por el bosque, aún inquieto por lo que había ocurrido con el cielo. De repente, se topó con un senderista que también parecía asustado.

Conde Plátano: Hola, ¿Qué tal estás?

Senderista: (temblando) Bien, bien... ¿tú también has visto lo del cielo?

Conde Plátano: Sí, fue bastante inquietante.

Senderista: (asintiendo) Sí, nunca había visto algo así en mi vida.

Tras intercambiar algunas palabras más, Conde Plátano continuó su camino hasta llegar a un pequeño pueblo. Se dirigió al bar local y pidió algo de beber.

Dueño del bar: ¿Qué te trae por aquí, joven?

Conde Plátano: Estoy buscando ayuda, me perdí en el bosque y no sé cómo volver a casa.

Dueño del bar: Bueno, no te preocupes. Siéntate y descansa un rato. ¿Quieres algo de comer?

Conde Plátano: Sí, por favor. Muchas gracias.

Mientras comía, Conde Plátano charlaba con el dueño del bar y se dio cuenta de que era un hombre amable y generoso. Decidió contarle sobre lo que había ocurrido con el cielo y cómo lo había afectado.

Dueño del bar: (escuchando atentamente) Vaya, eso suena realmente preocupante. ¿Qué piensas hacer?

Conde Plátano: No lo sé. Siento que algo malo se acerca, pero no sé qué hacer al respecto.

Dueño del bar: Bueno, no te preocupes por eso ahora. Por ahora, descansa un poco y veremos qué podemos hacer mañana.

Conde Plátano se sintió aliviado al saber que alguien estaba dispuesto a ayudarlo. Pasó la noche en la casa del dueño del bar, sintiéndose seguro y protegido por primera vez en mucho tiempo.

El Gran Show de Pepito y compañíaWhere stories live. Discover now