-¿Tu eres la dulci-niña?
-Y tu debes ser uno de los pendejos que seguro me quedo a deber en secundaria.
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Escucho unos pasos torpes arrastrarse por el pasillo hasta llegar a la sala. Ahí puedo verla con el cabello desordenado y tallandose los ojos para despejarse.
Aún lleva su pijama puesta, que consta de una blusa de tirantes color negra y un pantalón extremadamente holgado color lila.
—Buenas, buenas ¿como amanecimos? —pregunto tratando de imitar a la señora de tiktok.
Ella suelta aún una risa adormilada cuando me escucha hablar.
—Se me hizo tarde porque es domingo, perdón. —Se disculpa en medio de un bostezo —Ahorita preparo el desayuno.
—Wey ya, ni mi jefa se preocupa tanto. —digo a manera de regaño y dejando de ver la laptop que descansa en mis piernas.
No es que me moleste que ______ tenga ese tipo de atención conmigo. Desde que llegue se ha preocupado por hacer que me sienta cómodo sin esfuerzo ni nada.
Pero no es su responsabilidad estarme cuidando y más cuando ando de paracaídista en su casa.
—Pero tienes que desayunar. —La miro preocupada.
—Ya desayune, tranquila.
Ella me mira con los ojos entre cerrados y no sé si es porque duda de lo que digo o por el sueño.
—¿Qué desayunaste?.
Efectivamente.
Es porque duda de lo que digo.
—Salí a comprar cereal, Leche y Yogurt, no quería asaltar tu despensa recién surtida.
—Pendejo, si la surti fue pa que agarres. —Esta vez es ella quien me regaña. —Haz de creer que yo sólita me voy a chingar todo lo que compre ayer.
Y ahora la duda crece en mi.
—¿Qué chingados tragas entonces pa poder sobrevivir? —pregunto curioso.
Y puedo jurar que aquella pregunta que le hago, le ha quitado todo rastro de sueño que quedaba.
—...¿Frutita y agua?.
—Frutita y agua, hazte pendeja, no tragas ¿verdad cabrona?.
—Que si como chingada madre. —Se defiende.
—Pues ve a desayunar tú, orale. —Ella se me queda mirando y yo hago lo mismo. —Oraleeee.
Chasqueo los dedos y finalmente la veo hacer una mueca y negar repetidas veces.
—¿No que pinche necia?.
—No me gusta desayunar. —confiesa finalmente. —Ayer lo hice porque no quería que desayunaras sólito.
—Me vale verga, orale a desayunar. —Hago la laptop a un lado para ponerme de pie hasta donde esta ella —Vas ¿O esperas que te dé de comer en pinche boca?.
