Una niña, eso era. Diecisiete años, seis menos que yo, pero se sentía tan... pequeña. Me imaginaba a una yo de esa edad, tan rebelde y sin visión alguna de lo que estaba bien o mal. No fui la chica "normal" en esos tiempos porque tenía más problemas de los que podía contar.
Mi padre murió cuando yo tenía dieciséis, Benny no me daba descanso. Peleábamos y nos reconciliábamos dos veces al mes, nos "amábamos" con locura y nos lastimábamos hasta más no poder. Mi madre y la casa era un campo minado. Puede que en ese momento no lo supiera o pensara lo contrario, pero si yo hubiese muerto, mi madre no lo habría superado jamás y sus palabras no habrían sido escuchadas como las de esa mujer en la reunión.
Algo en mi pecho me hacía temblar cada vez que imaginaba la cara de esa mujer, las lágrimas, la rabia contenida. Su nieta, una niña, muerta.
No tenía sentido, eso no debía pasar y yo lo único que podía hacer en ese momento era mirar el papel en que Shinavi me había escrito una vez. Nada, no había nada, ni un mensaje.
Por suerte, estaba sola en un auto que me llevaba al hotel. Mario se había ido con Skyler y así no tenía que disimular para darle vuelta en mis manos a la pequeña hoja arrugada.
Ella dijo que los zapatos no era un cambio relevante, pero yo no estaba tan segura. O sí había sido un cambio con consecuencias, o algo más había sucedido al meterme al libro que todo empezó a tomar el camino incorrecto. No era esa muerte el primer fallo en lo que yo había leído, de serlo tendría sentido porque...
Tragué con dificultad.
Si me iba a las películas, series y libros donde se hablaba de viajes en el tiempo, otras dimensiones o universos paralelos, siempre había que mantener un balance. La historia cambia cuando alguien la cambia. Lo único que le daba sentido a la situación era que, al yo salvar a Skyler, una vida fuera tomada en su lugar... Vida por vida, aunque el envenenamiento de Skyler no lo iba a matar. Puede que, por un evento de peso en la trama del libro, aquel universo ficticio pidiera un precio más alto para compensar lo que iría sucediendo.
El envenenamiento de Skyler llevaría al inicio de una guerra, la muerte de esa chica también. Si yo hubiese sido inteligente, Skyler habría bebido el veneno, terminado en el hospital y la bomba no habría matado a nadie, pero no pude quedarme tranquila... Era mi culpa y, sin embargo...
No era el primer cambio porque Alicia Russo estaba en la terraza y eso tampoco sucedía. Los zapatos lanzados al escritorio de Skyler por mi ataque de ira debieron hacer que ella estuviera ahí. No era peligroso ese cambio, pero tan pequeño... Unos zapatos por la aparición temprana de un personaje importante, veneno y una semana de hospital por una muerte.
Pegué la frente a la ventanilla repitiendo el nombre de Shinavi hasta el cansancio sin obtener respuesta alguna y cuando el auto se detuvo, estaba mareada. No pude abrir la puerta y fue Mario quien lo hizo, incluso me brindó la mano para que bajara.
—El señor Moretti quiere verte a solas en su oficina.
Miré al hombre frente a mí, con el pelo platino peinado hacia atrás y el traje gris ceniza. Todavía sostenía mi mano con delicadeza, puede que notara el temblor en ella, que el terror y la debilidad se reflejara en mi rostro.
—¿Te sientes bien? —preguntó al ver que no me movía, seguía plantada en el lugar cuando el auto se fue y nosotros en la calle, bajo el sol del atardecer con las personas caminando a nuestro lado en la acera frente al lujoso hotel de Skyler—. Estás pálida.
Tenía ganas de vomitar.
—No me gustan los viajes en auto —mentí—, solo necesito un vaso de agua.
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Mi crush literario © [LIBRO 1 y 2]
RomanceCuando su crush literario aparece en la ciudad, Dakota debe ayudarle a regresar al libro antes de que su saga favorita termine de la peor manera. ⫷⫸ Dakota vive para leer. Está obsesionada con Skyler Moretti, jefe de la mafia y protagonista de una n...