No. Benny podía ser muchas cosas, pero torturarme era otro nivel, hacerme daño de tal forma era una barrera que no sería capaz de cruzar.
—No quiero lastimarte, ¿sabes? —murmuró, sentándose en el reposabrazos de mi silla—. Nunca me gustó hacerlo. Eres lo más importante para mí.
Apartó el bisturí y la pinza. Las guardó en su bolsillo y la calma que provocó fue opacada en el momento que entrelazó sus dedos con los míos, mi mano libre, como habíamos hecho tantas veces al caminar juntos. Odiaba que me tocara, por muy inocente que fuera el contacto.
—Nunca nadie me entendió y me cuidó como tú, Didi. Yo estaba perdido antes de conocerte.
Me dedicó una sonrisa, la que revolvió el pasado en mi mente.
—¿Recuerdas ese día? —Apartó el cabello de mi rostro—. Esas niñas te estaban molestando en el parque cerca de tu instituto, eran de último curso y tu era más pequeña, más delgada. Le tenías terror, lo leí en tu rostro cuando pasé frente a ustedes.
Su dedo pulgar se deslizó por mi mejilla.
—No te volvieron a molestar después de lo que les hice. Les asustaba que te acompañara cuando entrabas a clase... y tú lo disfrutabas.
No hubo un día en años que no recordara lo protegida que me sentía a su lado, cuando dejaron de hostigarme por ser la rara sin amigos, la que no soltaba el teléfono y hacía todos los trabajos de literatura sobre libros desconocidos de una aplicación como Wattpad, donde había "puro cliché para niñas tontas".
—Eras tan dulce en ese entonces. —Me tomó de la barbilla para que no apartara vista—. Tan cariñosa que me perdí contigo. Me hiciste salir del agujero en que estaba y yo... Yo te ayudé a ser fuerte. Sabes muy bien que de no ser por mí no serías quien eres hoy.
Tragué con dificultad, tensa, deseando que apartara la mano de mi rostro.
—Tienes razón —mascullé—. De no ser por ti jamás habría puesto en duda mis capacidades, temiéndole a moverme porque todo lo haré mal, gritándole a mi madre con tal de defenderte, alejándome de las pocas personas que me apoyaban. —Me controlé para no gritar—. De no ser por ti... ahora sería una persona normal.
—¿Normal? —Ladeó la cabeza sin soltar mi barbilla—. Nunca fuiste normal, Didi. Eras y siempre serás una niña asustadiza y no importa, porque para eso estoy yo, para protegerte. ¿Quién más lo haría? ¿Quién toleraría la mierda que traes a la espalda?
Recorrió mi cara.
—Puedes forzarte a creer que la distancia entre nosotros es posible, pero al final terminarás conmigo. Solo yo puedo entenderte, ayudarte...
Respiré con dificultad. Las palabras que tanto escuchara: loca, inestable, poca cosa... Me había insultado de tantas maneras y esa vez leí la sutileza con que intentaba manipularme, lo que hizo siempre.
ESTÁS LEYENDO
Mi crush literario © [LIBRO 1 y 2]
عاطفيةCuando su crush literario aparece en la ciudad, Dakota debe ayudarle a regresar al libro antes de que su saga favorita termine de la peor manera. ⫷⫸ Dakota vive para leer. Está obsesionada con Skyler Moretti, jefe de la mafia y protagonista de una n...