A pesar de lo tarde que era, Tae Hyung me respondió al instante. Debía de estar en otro de sus insomnios porque le faltó tiempo para acceder a salir de su dormitorio y yo hice lo mismo.
Dejé el colgante de la lágrima sobre la mesita, con cuidado de no hacer ruido, me vestí, cogí el bolso y el abrigo y me incliné en la cama unos instantes para acariciar de nuevo el cabello de Jung Kook, que seguía dormido y ajeno a mi debacle mental.
—Sabes que te quiero... —susurré, entre lágrimas—. Pero tu a mí no... Y así no se puede estar...
Me costó apartar la mano y abandonar el dormitorio. Sabía que cuando lo hiciera ya no retrocedería más, que todo estaría acabado y que nunca volvería a tener a Jung Kook a mi lado. Y dolía. Pero dolía mucho más imaginar los motivos que le habrían llevado a fingir amarme. Tonta no era. Estaba segura de que tenía mucho que ver con Seok Jin y con el experimento de la maldita empatía ya que él mismo había mencionado la cuestión días atrás. "Ese chico puede tener unas aspiraciones diferentes a las tuyas", o algo parecido me había dicho.
Aspiraciones. ¿Qué aspiraciones? ¿Los puntos? No creía que eso mereciera tanto esfuerzo. ¿Cuál sería la recompensa que le habían propuesto por ceder sus datos a la investigación y cumplir mi deseo? Porque tenía que ser eso. Lo veía cristalino como agua de manantial.
Me planté en el pasillo, con la vista emborronada y una presión en el pecho increíble. Tae Hyung ya estaba ahí, con el teléfono en la mano y el gesto más serio que le había visto jamás.
—Siento haberte despertado —musité—. Es que me encuentro muy mal, no sabía a quién recurrir y...
—En realidad estaba esperando a que en algún momento me contactaras, ya fuera por una vía o por la otra.
—¿Otra vía? —parpadeé—. ¿Qué otra vía?
Su respuesta fue teclear algo en la pantalla, con rapidez. Y ese algo pitó con la misma rapidez en la mía.
Usuario, el seguidor de tu deseo, X4, te ha enviado un nuevo mensaje. ¿Deseas leerlo?
¿Ah? Pero... Qué...
Clip a "aceptar".
"Esta es la otra vía".
Me quedé de piedra.
Tae Hyung era el seguidor de mi deseo. El chico que se me había confesado y que me había propuesto quedar. El que había esperado con paciencia mi ausencia de respuesta y mis evasivas. El que me había dicho que podría ser solo mi amigo. Y... Yo...
Dos gruesas lágrimas se me resbalaron por la cara antes de dar un brinco, correr y abrazarle, como si en ello me fuera la vida. Supongo que estaba tan desbordada por la mezcla de emociones dolorosas y desconcertantes que el autocontrol me abandonó. Pero lo cierto es que sentir su calor fue reconfortante y agradable y, además, no hizo ningún ademán por apartarme. Todo lo contrario; me sostuvo todo el tiempo que rompí en desconsuelo, que no fue poco, de pie y en medio de la penumbra.
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ÚLTIMO DESEO 《JJK》
RomanceBienvenido, usuario. Por favor, ingresa nombre de usuario. Por favor, introduce fecha de nacimiento. Por favor, autoriza geolocalización. Por favor, introduce contraseña. Repite contraseña. Un momento... Generando perfil... ¡Gracias por la esp...