Capitulo 36

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Preparen pañuelos 🤧🤧🤧

Por fin era el día del padre. Nadia y Jade se levantaron en cuanto el primer rayo de sol entró por la ventana, tomaron sus regalos y se fueron al cuarto de sus papás.

-¡Feliz día del padre!- exclamaron ambas subiéndose a la cama y despertando a los mayores.
-Gracias, preciosas- dijeron ambos sentándose en la cama para darles un abrazo a sus hijas.
-Bebé también les desea un bonito día del padre.
-Gracias bebé.

Emilio le dió un besito a la pequeña panza de Joaquín y otro más a su pareja, luego de esto comenzaron a abrir los regalos de sus hijas. Todos eran regalos hechos por ellas y eso lo hacía más bonito.

-Gracias niñas, no hay mejor regalo que hecho por ustedes- dijo Joaquín sonriendo.
-Y falta el mejor- dijeron ambas sacando unas cajas un poco más grandes.
-Pero este yo se lo quiero regalar a Joaquín- dijo Nadia sentándose en las piernas de este.
-Y yo le quiero regalar este a Emilio- dijo Jade sentándose en las piernas del otro.

Los mayores tomaron con alegría las cajas, pero una extraña sensación los comenzaba a poner sentimentales porque sabían que era algo especial y sus gargantas comenzaban a cerrarse. Nadia y Jade tomaron las manos de ellos, ya estaban a punto de llorar.

-Emilio- comenzó Jade-. Todo este tiempo yo crecí junto a mi papá Joaquín y aunque ya lo tenía a él, en el fondo sentía que me hacía falta otro papá y todo cambió cuando te conocí. Has estado allí apoyándome, queriéndome y me enseñaste a nadar, siempre estás a mi lado. Eso es algo que hace un papá maravilloso.
-Joaquín- continuó Nadia-. Yo nunca necesité de una mamá porque descubrí que el verdadero amor es el de otro papá. Al igual que mi papá siempre has estado allí para apoyarme y quererme, creeme que si algún día mi papá y tú se llegaran a casar no me gustaría llamarte “padrastro”, quisiera llamarte “papá”.
-Abran las cajas- dijeron ambas.

Emilio y Joaquín ya derramaban lágrimas por lo que habían dicho sus hijas, abrieron las cajas y encontraron unos documentos. Los leyeron que el sentimiento ganó y rompieron en llanto, eran unos documentos de adopción a nombre de Nadia Osorio Bondoni y Jade Bondoni Osorio.

-¿Nos adoptan?- dijeron las niñas.

No había palabras para describir ese sentimiento, solo abrazaron a las niñas quienes también ya lloraban.

-Jade, mi chiquita- dijo Emilio sonriendo-. Tú eres mi hija desde el momento que te conocí. Por el cariño que te tengo y el amor que siento por tu papá, será un gran honor ser oficialmente tu papá.
-Nadia, muñequita- dijo Joaquín-. A ti nunca te faltará el amor de otro papá porque yo siempre voy a estar aquí para ti y nada me haría más feliz que ser tu papá.
-Las amamos niñas y este día jamás lo olvidaremos.

Ese bebé llegaría a una familia donde el amor nunca faltaría.

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