Plan de amor

Capitulo 11

Cuarta parte del plan: A dormir

Nadia y Jade se encontraban en el cuarto jugando mientras sus papás estaban platicando abajo. Ambas estaban felices de que sus papás comenzaban a mostrar algo de afecto.

-¿Lista para la siguiente parte del plan?- preguntó Nadia sacando un par de pijamas.
-Si- dijo Jade tomando una de las pijamas-. ¿Crees que se vayan a dar un beso?
-Esperemos que si, noté mucha química a la hora que estábamos preparando la comida. Entonces, tratemos de no hacer demasiado ruido y cuando escuchemos a nuestros papás cerca nos hacemos las dormidas.

Mientras ellas continuaban jugando, Emilio y Joaquín continuaron platicando, el castaño decía que solo se quedarían un rato y ya habían pasado varias horas, pero realmente disfrutaban platicar.

-Que celoso me saliste- dijo Emilio riendo.
-Oye, Renata es mi hermana menor- dijo Joaquín-. No tendrá novio hasta los 50.
-Si así eres con Renata, no quiero imaginar cómo serás con tu hija.
-El que será más celoso con su hija serás tú.
-¡Oye!

Ambos rieron ya que recordaban cuando mostraban sus momentos de celos en televisión, sabían que siendo papás de unas niñas serían más celosos pero respetarían sus vidas amorosas. Joaquín notó la hora y vio que eran casi las 8 de la noche.

-Ay Emi, según yo nos quedaríamos un rato y ya se está haciendo de noche- dijo Joaquín.
-Es cierto, pero pasamos una divertida tarde- dijo Emilio y se quedó pensando un momento-. Oye, ya tiene rato que no escucho a las niñas.
-Es cierto, han estado muy calladas.
-Vamos a verlas.

Jade vigilaba desde la puerta y cuando vio la sombra de los dos adultos corrió, le hizo una seña a Nadia y se hicieron las dormidas. Emilio y Joaquín entraron al cuarto, sonrieron al verlas dormidas ya que estaban exhaustas por jugar toda la tarde.

-Voy a despertar a Jade para irnos a casa porque ya es un poco tarde- dijo Joaquín, pero miraba a su hija con una sonrisa-. Ay Emilio, no tengo el corazón para despertarla.
-Dejala quedarse aquí está noche- dijo Emilio-. Mañana la llevo a tu casa.
-Ay Emi, no queremos causar molestias.
-Ustedes nunca causan molestias, Jade es la mejor amiga de mi hija y tú eres mi amigo desde que nos conocemos.

Joaquín sonreía, se acercó a su hija y le dió un beso en la cabeza como hacía cada noche, Emilio también le dió un beso de buenas noches a su hija.

-Ven, platiquemos otro rato- dijo Emilio en voz baja y tomándolo de la mano.
-Pero solo un rato- dijo Joaquín sonriendo.

Apagaron la luz y cerraron la puerta. En medio de la oscuridad Nadia y Jade se despertaron, se rieron en silencio para que su plan no fallara y que no supieran que estaban despiertas.

-Siento que en esa plática se darán un beso- susurró Nadia.
-¿Crees que eso suceda?- preguntó Jade y Nadia asintió-. No hay que preguntarles nada mañana, que ellos solo nos digan.
-Es buena idea. Bueno, vamos a dormirnos antes de que vuelvan a subir.

Ambas volvieron a dormirse pero felices de lo que pudiera pasar esa noche con sus padres.