Quise llamar tres mil y una veces a Faith, después de todo queria escuchar su voz y saber donde se encontraba, quería verla y devolverle el beso que con tanto amor me había dado en el hospital, todavía seguía pensando en si eso había sido solo parte de mi imaginación y mi deseo hacia la perfección de esa mujer.
Esa chica me hacía sentir igual de bien que cuando tenía a Julia a mi lado, sentía que con Faith como mi ojo derecho tendría la oportunidad de reconstruir mi vida de una vez, pero se me olvidaba un dato, ya no tenía tiempo.
Por que me iba a morir en cuestión de meses y odiaba que de nuevo no tuviéramos la oportunidad de estar juntos como años atrás la teníamos.
Hace años tuve que evitar la relación con ella aunque estuviese terriblemente enamorado debido a que sabía que si las cosas con The Union no acababan bien para nosotros ibamos a sufrir, no quería ser pareja de alguien que tenía peligro constante de muerte, solo la quería proteger del retumbar de las emociones.El teléfono solo comunicaba y los SMS que me había mandado se repetían en mi cabeza tan adentro que hasta me impresionó el poder volver a sentir algo como eso, estaba intrigado.
¿Seguro que Tony Gambino era la solución para Gustabo? Solo era un narcotraficante.— Conway. — Escuché la voz del ruso mientras miraba a la calle desde el balcón, los demás estaban recogiendo la mesa del desayuno.
Ahora que me acuerdo debería estar apoyando a Gustabo.
— Volkov. — No tenía nada que decir, estaba tan metido en mis pensamientos que evadía cualquier cosa que supusiera para mi sociedad.El se encendió un cigarro a mi lado, se sentó en la silla en la que debería estar yo sentado, me dolía la cadera una barbaridad con el puto cáncer de los cojones y la humedad de Londres me hacía padecer mucho, los días de frío eran matadores, mis huesos trinaban.
— ¿A quién llamas tanto?
— A Faith, me ha escrito pero no me quiere coger el teléfono. — Guardé el teléfono después de leer su mensaje unos segundos. — Déjame sentarme Volkov, la humedad de Londres me esta matando.Rápidamente se levantó, dejándome espacio para sentarme, después, se apoyó en la barandilla del balcón, pensativo.
— ¿Ella no había muerto? — Me encogí de hombros, yo tampoco sabía que parte de la historia me había perdido para que siguiera entre nosotros.
— Eso también pensaba yo antes de la noche del hospital, vino a darme un beso. — El me miró con los ojos abiertos de par en par, yo asentí mientras mordía mis labios con frustración. — Pero volvió a desaparecer.Me reacomodé en la silla, estar todo el rato en una misma postura me hacía tener una reuma horrible, parecía que los huesos querían rasguñar mi piel poco a poco, para dormir me tenía que poner un cojín entre ambas rodillas para poder aguantar más de 5 minutos en la misma posición.
— ¿Tomaste lo que te dijo el médico? — Asentí con la cabeza mientras rechinaba los dientes, solo los tomaba para tener más tiempo al lado de Gustabo, sin el hubiera dejado que mi enfermedad siguiera su curso.
— Sí, lo tomé pero no me hace nada, cada día me duele más. — En un mes la enfermedad había progresado, las dosis habían crecido.
El médico me dijo que la quimio al ser un cáncer terminal era inútil, iba a morirme antes, le prometí a Gustabo que iba a intentar sobrevivir pero lo único que podía hacer era luchar contra el tiempo, luchar por estar un rato más con el, con ellos, pero sobre todo con él.Volkov se quedó callado, el estaba triste y estaba afectado por la situación, como todos, en estos momentos me doy cuenta de que no estoy solo, de que hay gente que después de todo me quiere en su vida, aunque haya sido un cretino con ellos, un perdón no era suficiente, lo que debía hacer era demostrar que había cambiado, que me recordasen por las cosas buenas y no por las malas.
— Hemos vivido de todo juntos, Conway, se me hace muy difícil aceptar que te vas, ¿Lo entiendes no? — No quería hablar sobre esto pero tampoco podía negarle sentir.
Era la primera vez que veía a Volkov lagrimear, quise callarme para no entristecerlo más, cortar el hilo de la conversación pero no pude cuando se cubrió los ojos con su mano izquierda mientras que con la otra mano sostenía su peso en la barandilla, en sus dedos sostenía el cigarro.
Me levanté y aunque me dolieran todos los huesos corrí a abrazarle, por que yo también viví lo mismo por el cuando estaba internado en el hospital para terminar en un coma bastante jodido, después de lo de la iglesia, viví pensando que el ya estaba muerto, tal y como lo llegué a pensar de Gustabo y Horacio.
— Ay Volkov... Y lo que nos queda. — Pensar que sin esta enfermedad podría seguir mi vida y vivir aún más cosas me ponía mal, pero estos momentos eran suficientes.
Volkov me envolvió con sus brazos tan fuerte que reconfortó todos mis huesos, no paraba de llorar y sus lagrimas empapaban mi hombro.— Usted es una pieza clave en mi vida, Conway, me dió un futuro cuando solo era un veinteañero que no tenía donde caerse muerto, huérfano y extranjero. — Su voz mostraba tanto agradecimiento, aunque era gracioso que me comentara algo así cuando yo fui un jefe de mierda y lo sigo siendo, esa parte de mi vive todavía, en alguna parte de mi cuerpo. — Es como un padre para mi, ¿Lo entiende?
Esto era lo que traía a Volkov tan callado estos días, no paraba de martirizarse con mi enfermedad, aunque sabía que gran parte era por estar conviviendo con alguien a quién durante este mes llamó asesino en múltiples ocasiones.
— Lo entiendo, Volkov, tu eres como un hijo para mi.Estaba tranquilo por Gustabo, por que sabía que si yo faltara un día no se iba a quedar solo, a no ser que el quisiera estarlo, aunque cuando lo hizo la última vez no le saliera bien la jugada.
— Estuve tan mal como tú y igual de enfadado con Gustabo como lo estas tú. — Me separé de el y di un paso hacia atrás para evitar distancias incómodas. — Pero Pogo no es Gustabo, Volkov.
El se calló mientras se limpiaba las lágrimas y negaba con la cabeza, cuando miré hacia el cristal vi el rostro de mi hijo en la cocina, estaba abrazado a Horacio, igual que yo lo estaba hacía segundos con Volkov, cuando se separaron sonrieron y por un minuto recordé la felicidad del Gustabo que yo conocí, la felicidad se la daba Horacio.
— Se me hace muy difícil olvidar esos 6 años perdidos tirado en una cama, Conway. — Me dió la espalda y apoyó su espalda en la barandilla, el estaba mirando a Gustabo, sabía que intentaba perdonarle pero que el rencor se lo impedía. — Y realmente lo intento, al menos intento... Estar con él más de tres minutos sin recordar la cara que puso cuando me pegó un tiro en la cabeza, pero es muy jodido.
— Lo entiendo perfectamente, seis años es ya casi tirando a una década, es frustrante pero no estaba sobre tus manos.Volkov se mostraba enojado y tenso pero muy débil ante la situación, no estaba estable y necesitaba hablar de ello de una vez por todas.
— Y que me jode todavía más saber que he convivido con Pogo y no con Gustabo todo este mes que llevamos juntos, Pogo si que me jodió de verdad, no Gustabo. — La puerta de vidrio se abrió y Gustabo y Horacio aparecieron, rasqué mi cabeza intentando disimular que estabamos hablando de él justamente.
— Papá, ¿Vas a seguir hablando con Volkov por mucho tiempo? Gordon se esta exasperando, tiene un asunto de urgencia para nosotros.Gustabo miraba mal a Volkov, ¿Se sentía celoso? Cuando lo abracé vi el rostro de Gustabo verme directamente mientras el abrazaba a Horacio, seguramente había hecho algo mal, no le había dirigido la palabra desde que dijo eso en la mesa y eso se había malinterpretado.
— Ya voy.
Voy a encontrarte
Toni Gambino
![](https://img.wattpad.com/cover/322959258-288-k589644.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Voz Silenciosa - Jack Conway
Фанфик1# Suspense ¿Qué hubiera pasado si Jack realmente se hubiera reencontrado con su hijo un año antes de su muerte? ¿Cambiaría algo? ¿O solo empeoraría? Conway intenta encontrar una manera de pasar tiempo con su hijo pero, ¿Y si el amor no es suficient...