17. Se ha ido y yo me he quedado aquí.

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G U S T A B O   P O I N T   O F    V I E W 

Cuando me fui iba con intenciones de dimitir y irme de nuevo a la carabana, sin ropa, sin dinero, solo yo, el hambre, la sed y la soledad por que aunque estoy totalmente acompañado me siento terriblemente solo y lo más importante, abandonado por mi propio padre que prefirió morir solo por orgullo que intentar hablar conmigo, me he rendido, no hay caso por que todo eso que habia dicho en el hospital solo eran falsedades.

Estoy volviendo a casa, no he pisado la comisaría y Gordon me ha llamado más de veinte veces pero me ha dado igual, después de todo mi destino era morir por mi locura desde que Jack despertó el monstruo que había dentro de mi, me sentía totalmente frustrado y por segunda vez pienso en la razón por la que decidí seguir adelante, quise seguir adelante por el pero una vez más me había fallado y nada había merecido la pena.

Todos estaban felices con Pogo, pero cuando llegué yo todo se fue a la mierda, todos quieren hablar contigo cuando estas feliz, pero cuando te estas desangrando y todos te ven, te abandonan y estaba muy cansado de eso, no me iba a callar, de todos modos el no se lo pensó dos veces en hacerme sentir mal ayer.

Llego a la casa, subo las escaleras del portal y toco el timbre, he visto el coche de Volkov así que sé que estan en casa, escucho pasos y voces que intentan susurrar a largas distancias, lo único que pude escuchar fue un "Shh", ¿Qué tenían que callar?
Abren la puerta y veo como Horacio cambia rápidamente la cara seria a una sonriente, los dos se hacen a un lado, ¿Por que coño los dos estaban recibiéndome si nos acababamos de ver hace menos de media hora?

— Hola Gustabo, siéntate, vamos a cenar.
— Me quiero duchar antes, ¿Hay tiempo?
Volkov asiente y me da un tiempo aproximado de diez minutos, la ducha no duraría más tiempo, me extraña no notar a Conway por la casa pero supongo que sigue encerrado en su habitación así que no le doy importancia y paso directamente al baño común, donde todos nos duchábamos, era blanco y Volkov era el que se encargaba de limpiarlo todo el tiempo, Horacio, Jack y yo no teníamos la mano que tenía Viktor para limpiar y lo dejábamos "disfrutar".

Cerré la puerta y me deshice de mi camisa, estaba adelgazando lo suficiente para que se me notaran las costillas y los músculos se estaban borrando, pero me daba igual, total, me quedaba un telediario. Me quité los pantalones y la ropa interior y me miré al espejo, no entendía como nunca había conquistado a ninguna mujer, no estaba tan mal, aunque estaba mejor 3 años atrás.

Después de pensarlo me doy cuenta de que lo que pasa es que nunca le di la suficiente importancia al amor y ahora ya era tarde para sentirlo.
Alguna vez fui a la cama con alguna mujer pero en casos muy únicos y para una sola noche, ahora que lo recuerdo, mi primera vez fue un desastre pero la mujer me trató muy bien, tenía diez y ocho años y ella veinticuatro, me río cuando lo recuerdo, era un crío, no sabía quienes eran mis padres y vivía en la calle pero era feliz.

Me meto en la ducha aunque este fría, me gustaba el impacto que hacía mi cuerpo en caliente contra el agua fría, sentía como me contraía, quizás el que me guste eso tiene que ver con el masoquismo de Pogo, tiene sentido, después de todo un poco de su personalidad se había implementado en la mía también.

Empiezo a frotar mi cabeza con un champú, el agua se va calentando y una vez que creaba suficiente espuma me lo enjuago y con el gel enjabono mi cuerpo pasando mis manos por mis sobacos, las ingles, mis piernas y mi pecho, después me echo el suavizante con olor a almendras en el pelo, lo deja suave y mientras enjuago mi cuerpo del gel dejo que actúe en mi pelo.

— Gustabo, la comida ya esta en la mesa. — Horacio dice entrando en el baño para echarse su crema de cara, era muy coqueto y eso era bueno, yo estaría mil veces mejor si fuera como el.
— Ya he acabado. — Tomo la toalla desde dentro de la cortina de ducha y me la ato a la cintura, cuando salgo Horacio me mira, no dice nada pero sé lo que esta pensando, esta pensando en que estoy adelgazando. — ¿Me pasas el peine?
— Si claro, toma. — Me pasa el peine y sin vestirme me peino a su lado, el espejo y el baño es grande así que cabemos perfectamente, cuando lo miro sonríe y yo hago lo mismo, aunque me encuentre mal, el sacaba hasta la última gota de alegría. — Te espero fuera, no tardes.

Voz Silenciosa - Jack ConwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora