T O N I G A M B I N O P O I N T O F V I E W
Caer y estamparse.
Intentar levantarte y volverte a caer.
Mi precio a pagar era este, mi precio era perder a quién de verdad amaba.
— ¡Gustabo!
Eso oí por última vez desde que mis oídos se empezaron a ahogar en agua, las ruinas del puente habían caído a la vez que nosotros pero aunque no nos dieran las toneladas de cemento hundiéndose en la profundidad del río Támesis hacían que nos hundiéramos por simple mecánica de succión ante un objeto de un peso extremo hundiéndose bajo nuestros pies.Me ahogo, maldita sea me ahogo y no puedo moverme, el impacto no había sido lo suficientemente fuerte para matarme pero si lo había sido para dejarme inconsciente y desorientado durante un tiempo determinado. Mis movimiento por intentar salir eran cuestionables, estaba tan agotado mental y físicamente después de la muerte de Anya que era incapaz de conseguir las fuerzas para seguir viviendo, para luchar por una nueva oportunidad.
Estaba punto de rendirme, con los pulmones ya llenándose del agua del río, era una sensación tan maravillosa como aterradora, por que Gustabo aún tenía una razón para vivir, si moría aquí en estas circunstancias ni el ni yo íbamos a salvarnos, no cumpliría mi palabra.
"¡Sube a la puta superficie! ¡SOBREVIVE!"Estaba a punto de rendirme, mi cuerpo entraba en la siguiente fase del ahogamiento, la fase en la que el dolor de tener los pulmones inundados de agua ya no existía, la etapa de extraña relajación en la que ya solo quedaba esperar una muerte asegurada, la razón de mi muerte básicamente fue entre el shock y no saber nadar.
En esos segundos en los que me debatía entre la vida y la muerte le echaba la culpa a mi padre, quién tenía la obligación de haberme enseñado algo tan importante, pero nunca fue bueno para eso y de algún modo, Jack me recordaba a el, aunque en una versión en la que intentaba ser mejor para su hijo, una versión que siempre estuve esperando de mi verdadero padre y que ahora ya era imposible.
Antes de cerrar los ojos por completo, decidido a reencontrarme con Anya escuché mi nombre, bueno el de Gustabo en una voz que gritaba debajo del agua y que era casi indistinguible, justo después de escuchar el sonido de alguien saltando al agua de la forma más brusca posible, alguien que verdaderamente quería a su hermano.
No me acuerdo de nada, no se como pudo sacarme a la superficie por que entré en un estado de inconsciencia, ni siquiera sabía cuanto tiempo había pasado desde que decidí rendirme, el caso es que me habían dado otra oportunidad, al menos para salvar a los amigos que me quedaban.
— ¡Gustabo, anormal!
El despertar fue grotesco, tenía todo el pecho como metido en una lata, mi camisa estaba desabrochada y podían verse algunos tatuajes que podían delatarme fácilmente aún teniendo al viejo y a Horacio delante. Me hacían una maniobra de RCP para sacar el agua que todavía quedaba en mis pulmones, al poco tiempo empecé a vomitar de una forma que jamás había hecho, era como agua a presión bajando por una fuente.
Tosía, tosía y sufría con tan solo ver a Conway y a Horacio vivos, por que si al menos ellos hubiesen sido los ahogados yo sería libre, podría retirarme, esconderme como una maldita rata, ir con mi madre, convertirme en la persona que ella siempre soñó que fuera.
— Menos mal ¡¿Cómo cojones no sabes nadar!? — Gritó Horacio algo aliviado por ver que salía fuera de peligro, aún así habiendo echado casi todo sentía dificultad para vocalizar o simplemente para respirar con algo de normalidad, me sujeté el pecho. — ¿Puedes respirar?
Asentí con la cabeza sentándome en el suelo aún con las piernas estiradas, todos estábamos empapados, Conway mantenía un rostro de satisfacción, parecía que nada de esto le afectaba, Horacio se mostraba algo más compasivo con los demás que quizás no habían logrado sobrevivir, de hecho miraba para todos lados asegurándose de que los policías saliesen del agua.
Era un buen chico, Gustabo tenía razón.
En cambio yo tenía que fingir que no tenía tristeza, tenía que fingir que odiaba a Anya y que se merecía esa maldita muerte, tenía que fingir que no la quería delante de ellos, tenía que abrazarles y decirles que estaba contento de que vivieran cuando en realidad lo único que quería en estos momentos era meterlos bajo tierra. No podía más, no me podía aguantar las lágrimas, no sabía como mierda contener esto que sentía.
No podía estar un día más durmiendo debajo del brazo de alguien a quién odiaba con todas mis fuerzas, pero a la vez sentía que todo esto era darme mi merecido, había causado un dolor inimaginable a esta familia, de algún modo sentía que no tenía el derecho a odiarle por esto, por que dentro de todo, yo era cien veces peor.
— ¿Gustabo? — Mi mirada había estado perdida por demasiado tiempo. — ¿Estas ahí?
— Sí, perdóname Horacio, caí mal y estaba muy aturdido como para poder nadar.
Mi voz sonaba rasposa, era incapaz de seguir ocultando mi acento, no podía organizar mis pensamientos ni siquiera, corregí aquel acento intentando levantarme apoyándome del hombro de Jack y Horacio. Me congelaba de frío y eso Conway lo sabía, sin preguntar empezó a quitarme la camisa que ya se encontraba abierta por completo, pero rechacé su ayuda para entrar en calor, por que esas heridas, esas cicatrices que tenía producto de las puñaladas que me dió Jack eran la prueba irrefutable de que yo solo era un impostor.
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Voz Silenciosa - Jack Conway
Fanfiction1# Suspense ¿Qué hubiera pasado si Jack realmente se hubiera reencontrado con su hijo un año antes de su muerte? ¿Cambiaría algo? ¿O solo empeoraría? Conway intenta encontrar una manera de pasar tiempo con su hijo pero, ¿Y si el amor no es suficient...