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-¿Qué mierda te paso?.

Mis ojos se abrieron como platos al ver que Jacob agarraba a sí mismo al costado de su abdomen.

-Nada.

Si será cínico, ganas de romperle la cara no me faltaban.

-¿Crees que soy idiota?.

Cruce mis brazos en mi pecho y arqueé una ceja, lo mire directo a sus ojos.

-¿Quieres que te responda?- él sonrío.

Idiota, pensé.

-Idiota- lo dije.

Él empezó a reírse como si de un juego se tratara, ¡Ay sí! Mírame estoy sangrando, ¡Que divertido!.

-En serio, Jacob. ¿Qué te pasó?.

-Nada- volvió a repetir.

Me agache para tocar su herida y presioné despacio.

-Mierda. Duele, Noah. Ten cuidado.

Me reí ante su expresión, y una idea rozo por mi cabeza.

-Lo sé- sonreí -Ahora dime que paso o te apretare más fuerte.

-No eres capaz.

-Rétame- sonreí.

Apreté más fuerte donde estaba sangrando, vi en sus rostro una expresión de dolor.

-Mierda. Noah, esta bien.

Me encogí de hombros mientras él se alejaba lo más rápido que pudo, me reí, parecía un niño.

-Te diré, pero aléjate.

Me senté en la cama a un extremo de él, él sonrió y yo me sonroje, mal momento Noah, lo bueno era que es de noche y no se notaba.

-Suéltalo.

Jacob suspiro mientras se tocaba la herida, al parecer le dolía.

-¿Recuerdas el pendejo que nos encontramos en el rest?

Asentí.

-Bueno pues, después de dejarte aquí, regrese a mi casa y estaba con los chicos, después tuvimos que hacer... Trabajo.

Arqueé una ceja, mientras él me observaba.

-Cuando llegamos, el hijo de puta del restaurante estaba ahí, y bueno empezó a joder pensando que se saldría con la suya.

Jacob estaba serio y al parecer molesto recordando lo que había pasado.

-Él pendejo empezó hablar pendejadas sobre mi y me empezó a tirar sus puños ¡Así de la nada!. Empezamos a pelear pateándonos y pegándonos por todos lados, creo que me he roto una costilla, pero al final el cabronazo al levantarse me clavo un cuchillo justo aquí- Jacob señaló su herida -Por eso está sangrando.

Estaba sorprendido con todo lo que él me estaba contando.

-Mañana buscare al ese hijo de puta y le romperé el coño como mierda se merece...

-No lo hagas.

Jacob se quedo callado.

-La violencia no resuelve nada.

Trate de simular mi nerviosismo, ¿qué mierda haces Noah?.

-Ahora eres religioso ¿verdad?. Ese hijo de puta me las va pagar, cree que puede ir por la calle clavando cuchillos a la gente, cuando lo vea le romperé la madre y vera todo lo que le espera.

RISQUÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora