12

2K 133 6
                                    

Jacob.

En la puerta de mi casa, llame varias veces, pero nadie me atendía.
Sabia que los chicos estaban aquí, la camioneta y las motos lo estaban, volví a llamar a la puerta hasta que por fin Herber me abría.

-¿Qué mierda te paso?

Me hizo espacio para entrar, miré a Francis para que se levantará y poder sentarme, eso hizo.

-Gracias- susurré.

-¿Qué te paso?- volvió a preguntar Herber.

-John- respondí -¿Lo recuerdas?

Herber asintió mientras cruzaba sus brazos.

-Pues donde fui hacer tu trabajito- alce mis manos haciendo énfasis en la última palabra- Me lo encontré y empezó hablar cada mierda de mi que no lo deje y me dio gana de matarlo y no me contuve y luego sus amigos me agarraron y él me clavo un cuchillo y nada más.

-Pero ¿Por qué hablaría mal de ti o cosas así?

Herber se había levantando para ir por el botiquín.

-Me lo encontré hoy en la mañana en el restaurante.

Todos se pararon en seco, Francis me miro confundido.

-¿Restaurante?

-Sí- asentí -Almorcé con Noah.

-¿Quién en Noah?- preguntó Herber.

-El chico que paso la noche ayer- respondió Louis.

-La putamadre, Jacob- se acercó hacia mi molesto Herber -Bien merecido lo tienes entonces.

Miró mi herida y ahí estaba, había una venda y estaba curada.

-¿Quién te la curo?

-Noah- volví a responder.

-O sea, fuiste con él antes de venir con nosotros.

La verdad era que su casa estaba más cerca, así no me moría desangrado por las calles.

-Sí, pero ese no es el punto ¿qué haremos para que John no me vuelva a joder la vida?

-Es que, primero, ese chico te ve matado a alguien, le perdonas la vida, lo dejas ir para que se olvide de todo, no llamo a la policía y cuando todo estaba siendo olvidado lo llamas y lo invitas a una cita.

-No era una cita- lo mire molesto poniéndome de pie -No metas a Noah en esto, él no tiene nada que ver.

-Y ahora lo defiendes.

-Es un simple marica, no tiene importancia.

-Pues parece que sí, Jacob. ¿Ya olvidaste tu pasado?

Nuestros rostros estaban juntos, podía sentir la muerte en su mirada.

-Eso es pasado, se acabo.

-No es pasado, eres tú.

Estaba a punto de romperle la cara a Herber pero Louis nos separo, todos aquí sabia que podía matarlo con mis propias manos, y lo más gracioso era que yo estaba herido.

-Él sabe mucho, Jacob.

Miré a Francis, parpadeé varias veces.

-Ya lo sé, pero no dirá nada, ese pendejo sabe que si habré su marica boca lo mato, y todos acá saben de lo que soy capaz.

-Esperemos no te equivoques- Herber salió molesto de la casa.

-Nunca me equivoco.

Subí las escaleras hasta mi cuarto, miré el techo, había una chica mostrando sus tetas encima de unas llantas.

"No serás marica, no serás una niñita"

"No puede ser posible, hijo. Tú amas a la mujeres"

-¡Hey!

Alcé la mirada y vi a Louis entrando por la puerta de mi habitación.

-¿Qué haces?

Me volví a tirar en la cama mirando el techo, mi manos estaban bajo mi cabeza, flexionándose y mostrando los fuerte que podía ser.

-Pienso.

-¿En él?

Silencio.

-En como mataré al pendejo de John cuando lo vuelva a ver.

Louis se sentó al borde de mi cama y me miró.

-Mira los otros chicos pueden ser idiotas, pero yo no.

Silencio.

-Puedo ver lo que piensas en tus ojos, Jacob.

Cerré los ojos, dicen que son la ventana del alma.

-¿Qué mierda hablas, Louis?

-Del chico.

-¿Qué pasa con él?

-Ya sabes de quien hablo- se rió entre dientes Louis.

-No- respondí serio -Podía ser cualquiera.

-Sí- respondió él irónico -Pero solo uno llego a tu cabeza.

-¿Quién? ¿Heber?

-Sabes que no hablamos de ese idiota, tú más que nadie lo sabe- soltó irónico -Hablamos de Noah.

-¿Qué pasa con el marica?

-Te gusta.

Me levante haciendo un poco de flexión en los brazos, me senté en la cama y lo miré riéndome con ganas.

-¿Qué mierda hablas, hermano?- negué con la cabeza -Es imposible.

-No te hagas el tonto, Jacob - me miro serio -Puedes odiar a muchas cosas, pero Noah no entra en esa lista, confías en él.

-Sabes que no confío en nadie, solo en ustedes, ni con mi familia.

-Esa es otra historia, Jacob.

-Es lo mismo, Louis- me volví a tirar en la cama con los brazos bajo mi cabeza.

-Lo que sea- Louis se levanto de mi cama -Él significa algo para ti.

-No- respondí al instante -No significa, ni significara nada.

Cerré los ojos, sus ojos vinieron a mi mente, verdes hermosos como el río o las plantas, sonreí.

-Por eso en lugar de venir con nosotros, fuiste con él cuando te hirieron.

-Su casa estaba más cerca.

-¿Por qué sonríes, Jacob?

Abrí los ojos, estaba pensando en otros ojos, unos ojos verdes se me hipnotizaban mucho.

-No estarás toda la vida solo, Jacob. Lo que eres ahora no es lo que fuiste, pero sigues siendo un pequeño inocente.

Sentí sus pasos caminar.

-¿Louis?- vi de reojo como se detenía -¿Esta July en casa?.

Él asintió y volví a tirarme en la cama hasta escuchar como la puerta se cerraba.

Sus ojos, su sonrisa, su sonrojos, Noah era completamente diferente a todo lo que yo alguna vez haya conocido.

Era un maldita maquina para hablar y gritar cuando esta molesto, a veces me da ganas de romperle la cara pero luego viene su compresión y ese corazón que no juzga a nadie, ese corazón tan noble y bueno que me enloquece.

Sé que salí de esto hace mucho tiempo, pero Noah entro en mi vida como una bala, una bala directo al corazón.

Me levante de la cama y me saqué el polo dejando fuera mi vuelto bien definido, me miré al espejo, estaba muy bueno.

Caminé hasta el cuarto de July, abrí la puerta y la observe semi desnuda, igual que yo, estaba con ahí abajo pero nada arriba, cerré la puerta y la tome por la cintura empezando a comer sus pezones, ella me tomo de la cabeza empujando más tirándonos en la cama.

"Confío en él"

Mi mente me lo repetía, solo quería olvidarme del marica de Noah y las estupideces de Louis, y de esta manera siempre era la mejor.

RISQUÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora