Se irá. La besó. Me mintió. La besó. Se irá. Me mintió. Me mintió. La besó. Se irá.
Lagrimas corrían por sus mejillas sin poder contenerlas. ¿En qué momento comenzó a perderlo? ¿Por qué parecía que a Kyle ya no le importaba? Él creía que se tenían la confianza suficiente para hablar de cualquier tema. Creyó que Kyle podía contar con él para decirle cualquier cosa. Pero ese día, frente a la fogata del campamento sabía bien que se iría y en ningún momento lo dijo.
Estaba encerrado en un cubículo dentro del baño llorando y sollozando sin parar hasta que notó debajo de la puerta un par de botas familiares.
¿¿Kyle?? ¿cuánto tiempo tenía ahí? Había sollozos que no había escuchado también. Cuando paró los propios se percató de los silenciosos pero constantes que había fuera de su baño.
— Por favor no pienses que quiero robarte a Wendy. — Al fin habló. — Temía mucho que pensaras eso por la influencia de ese cabrón. Jamás- jamás me metería entre ustedes. — Su voz era débil y temblorosa.
— Sal. No quiero verte.
— Stan...
— ¿Por qué esconderías algo tan importante? — Se levantó del piso, abrió la puerta y pudo verlo sentado justo afuera, limpiando lágrimas de su rostro golpeado y lastimado. Todas sus heridas dolían sólo con verlas. Stan sintió una necesidad de tumbarse junto a él y curarlo. Llorar y rogarle que no lo dejara, que no se fuera... Pero hizo todo lo contrario. — Planeabas irte sin decirme nada. — Sus ojos se oscurecieron. — Pues entonces lárgate. No sé qué haces perdiendo tu tiempo aquí conmigo. — Caminó fuera de los baños hasta que en el pasillo alguien lo detuvo.
— Viejo... ¿Estás bien? — Kenny lo veía con ojos grandes y tristes. Tenía un labio roto e hinchado. Butters estaba a su lado y observaba a Stan con preocupación. — Salgamos un rato a tomar aire fresco. — Pidió el rubio con una mueca de lastima. Lo tomó del brazo y caminó hacia el patio trasero.
Stan de inmediato pudo ver aún el almuerzo abandonado en la banca donde se encontraban antes, se acercó a ella y se sentó donde mismo, pero a diferencia de hace unas horas, ahora estaban los dos rubios frente a él y no Kyle. Suspiró, tomó las vasijas llenas de comida y comenzó a guardarlas en su mochila. Los ojos rojos de tanto llorar volvían a estar vidriosos una vez más.
Kenny lo observaba analizándolo. — Normalmente soy muy paciente y espero que ustedes me cuenten sus problemas, pero esto está superando todos los limites...
— Sólo dilo, Ken.
— Estás enamorado de él. — Los ojos celestes del rubio estaban llenos de ternura y seguridad.
Butters tenía ojos sorprendidos y trataba de esconder la mirada en cualquier otro lugar. — Chicos yo... voy a retirarme p-para que ustedes conversen tranquilos... — Se puso de pie y tomó su mochila.
El rubio de abrigo naranja lo detuvo tomándolo del brazo — No, está bien...
— Kenny, si él no se siente cómodo hablando de eso no deberías presionarlo y mucho menos conmigo aquí. No es algo que...
— Lo estoy.
Los rubios lo observaban sorprendidos. Butters estaba sonrojado con la confesión y se sentó de nuevo lentamente. — Hamburguesas...
— ¿Y planeabas conquistarlo con comida? — Kenny reía.
Stan sonreía con tristeza.
— Estoy seguro que valoró mucho tu detalle, Stan. — Butters sonreía tímido pero muy feliz.
Terminó de guardar sus cosas, suspiró y se recargó sobre sus brazos en la mesa. — Solíamos contarnos todo siempre... Pero ya no sé lo que piensa, lo que quiere o lo que hará. ¿Por qué ocultó que se iría?
— ¿A dónde se irá? — Wendy había llegado justo para escuchar lo último y se encontraba muy confundida.
— De intercambio — Respondió el rubio de abrigo naranja.
— Oh, Stan. — Wendy abrazaba al pelinegro muy fuerte. — ¿Te sientes muy mal?
Asintió aún en el abrazo de su amiga. Tanta atención lo hacía sentir vulnerable y luchaba constantemente por no llorar de nuevo.
La de boina lila lo soltó y lo miró con mucha tristeza, le dio palmadas en el brazo y se sentó a su lado derecho.
— Sé que están preocupados por mí y seguramente me veo como la mierda, pero voy a estar bien. No es la primera vez que alguien no es correspondido. Así que...
— ¿Cómo estás tan seguro de no ser correspondido? — El de cabello rubio claro y abrigo celeste le dedicaba una sonrisa comprensiva y cálida.
Kenny estaba muy ansioso, parecía querer decir algo y en otras circunstancias, Stan lo obligaría a soltar lo que fuera que estuviera pensando. Pero en este momento no necesitaba más drama, tenía suficiente con el suyo.
— Porque está muy ocupado besando a su novia, Butters. —Contestó Stan casi chirriando los dientes.
Wendy recargó la cabeza en su hombro y trató de consolarlo tomándolo de la mano suavemente. El rubio de abrigo naranja se comía las uñas y los veía muy nervioso. Era algo extraño ese comportamiento en él y Butters lo percibió de inmediato. — ¿Tú sabes algo, Kenny?
Pero Kenneth apretó los labios y sólo negó con la cabeza, haciendo un esfuerzo por tranquilizarse.
Después de un momento decidió que debía estar en su casa pronto. Quería estar solo, por lo que llamó a su padre para que lo recogiera y sus amigos lo acompañaron en todo momento hasta que llegó por él.
Su corazón dolía mucho ¿Por qué todo tenía que complicarse tanto?
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Siempre has sido tú. (Editada)
FanfictionStan adoraba la relación que tenía con su super mejor amigo, sin embargo una situación con Cartman y Heidi ocasionó que las cosas se tensaran entre ellos. Ahora todo lo que Kyle hablaba era sobre la pobre chica que era manipulada por su exnovio, dep...