21. ¿Es la mirada que tendrías de un mejor amigo?

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Kenny lo había llamado avisando que iba en camino a recogerlo para la fiesta de Tweek. No importaba discutir con él, cuando una idea se le metía al rubio en la cabeza, era muy difícil argumentar o hacerlo cambiar de opinión. Por lo que aún con nulas ganas de ir, se vistió y salió de su casa. Esperó a sus amigos poco más de veinte minutos, pero ya estaba acostumbrado, en su grupo eran de todo menos puntuales.
Cuando llegaron, Kenny lo saludó y entró a su casa con total naturalidad, robando un poco de weed de su padre y regresando a la camioneta listo para conducir.
El recorrido fue todo menos tranquilo, Cartman y Kenny no paraban de hacer bromas sobre cada persona que veían en el camino. Butters estaba nervioso por lo mal conductor que era Kenny, por lo que eso hacía que su amigo rubio se lo tomara personal y manejara aún peor. Eso y que para ese punto Kenny ya había probado la marihuana que había robado. Después Cartman no paraba de idear cosas de las que Kyle seguramente se quejaría y contradeciría con argumentos que siempre parecían lógicos.
Y eso lo hizo recordarlo. No paraba de preguntarse si lo vería en la fiesta...

Había querido hablar con él hace horas en la entrada del instituto, pero ¿cómo decirle la verdad sin que se asustara? Kyle era inteligente y calculador en absolutamente todo, pero cuando de emociones se trataba era torpe y generalmente huía... O actuaba de manera impulsiva. ¿Y si se enojaba? ¿Y si lo golpeaba? ¿Se arruinarían todos sus años de amistad si se enterara de por qué le dolía tanto que se fuera?

Aunque claramente no era sólo eso. Era la ligera traición al sentirse desplazado por no saber que se iría. Dolía que Kyle no hubiera confiado en él y dolía más pensar que seguramente Heidi si lo sabía. A ella seguramente sí le contaba todo.

Y Como si lo hubiera manifestado, ahí estaba él, recibiendo gente en la puerta de los Tweak con su enorme y brillante sonrisa. Kenny estacionó y todos bajaron de inmediato dirigiéndose a la entrada. Él llevaba su cabello cobre ligeramente peinado, chaqueta de cuero negro abierta y una camisa de cuello alto verde oscuro debajo.

— ¡Estás precioso! — Kenny se abalanzó sobre él y le plantó un beso tronado en la frente.

— ¡Kyle, ¡qué guapo! — Añadió el dulce Butters

Kyle se sonrojaba de inmediato. — Ustedes también. — Les sonreía de oreja a oreja. — Aquí tienen, son muestras de café, adentro no será gratis. — Ofreció una bandeja con vasitos. — Oigan ¿Llevan ropa inter... — Suspiró y volteó hacia la sala. — ¡Ya no voy a preguntar esa mierda Tweek!

— ¡Te hicimos guapísimo! Agh ¡Me lo debes! — Le contestó el rubio, sentado en el sofá conversando con Tolkien.

Kyle se giró de nuevo hacia los cuatro y habló lo más serio que pudo. — Si llevan ropa interior verde no pueden pasar.

Todos lo veían extrañados en silencio, hasta que Cartman habló. — ¿Por qué?

— Los... — Suspiró y puso los ojos en blanco. — Los gnomos arruinarán la fiesta si alguno de nosotros usa ropa interior color verde.

Kenny asintió pensativo y se sacó la trusa. Rápidamente los demás lo cubrieron mientras volvía a ponerse los pantalones y Cartman le tomaba fotos con su celular riendo a carcajadas.

— ¡Kenneth! ¡Pudiste regresar a tu casa y cambiarte! ¡Hay chicas dentro, idiota!

— Mejor, así se enteran de lo bien que estoy. — Le guiñó un ojo.

Kyle lo observó desconcertado por un momento y lo estudió, inspeccionando su rostro, aunque no era muy difícil de adivinar qué le ocurría a su amigo. — Estás drogado?! —Preguntó con rostro completamente desaprobatorio.

Butters se acercó a Kenny y lo observó. — Sí, creo que lo está, pero sólo un poquito.

— Un poquito!? ¡No se puede mantener en pie el imbécil!

Siempre has sido tú. (Editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora