23. ''Te dejo romper mi corazón otra vez.''

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Todo el enfrentamiento en la oficina lo había hecho sentir muy incómodo. No sentía odio por la señora Broflovski, entendía que era una persona sumamente cerrada y aunque su moral era cuestionable, sus acciones siempre eran motivadas en hacer el bien y proteger a sus hijos... Pero si algo le había quedado claro después de esa situación, era que no iba a permitirles a sus propios padres que se interpusieran como los Broflovski. Aprovechó que estaban todos reunidos cenando y comenzó. — Yo estoy enamorado. — Dijo, dejando el tenedor a un lado de su plato y observando a todos de manera expectante.

Sus padres lo veían tranquilos, continuando con su comida. — Lo sabemos, cariño, eres muy sensible y transparente. — Dijo su madre antes de tomar un sorbo de agua.

— ¿Perdón?

— Hijo te escuchamos a diario cantar tus cancioncitas. — Randy hizo mimicas de tocar la guitarra y reía entre dientes. — No es algo sorpresivo.

Su hermana lo veía con indiferencia. — Ella debe de estar muy ciega si te corresponde.

— No es ella, es él.

Los tres pararon de comer observándolo con mucho asombro.

— No me importa qué piensen. — Tragó saliva. — Sólo quería que estuvieran enterados por mi propia boca y que lo digieran lo más pronto que puedan porque no voy a cambiar ni-

— Stanley respóndeme seriamente. ¿Quién es?

Estaba listo para pelear si era necesario, pero al ver a su padre directo a los ojos una inseguridad lo atravesó. Era metira decir que no le importaba.

— ¡¿Quién es?! — Insistía Randy. — ¿es tu mejor amigo verdad?

No asintió ni negó, sólo lo veía con ojos grandes y ceño fruncido. Vio a su hermana, a su madre y a su abuelo que se había quedado dormido en su silla y tragó saliva, incluso creía que estaba sudando de la frente.

— ¡Si! ¡si! ¡se lo ganamos a los Turner, Sharon! ¡Lo tenemos de nuestro lado!

— Oh Stanny — Su mamá se paró de su asiento y fue hacia él abrazándolo tiernamente.

— ¿Por qué lo felicitan? — Acusó Shelly. — ¡No actuaron igual cuando les presenté a mi novio! sólo está enamorado ¿qué importa si es de un maricón o una zorra? — Continuó con su cena muy molesta.

Era extraño, pero se sintió cómodo con el comentario de su hermana, no debían tratarlo diferente y era verdad. Era normal, debía ser normal...

El dia del baile finalmente había llegado. Su familia estaba tan orgullosa de él, sus padres lucían muy felices y satisfechos de verlo tocar.
Se habían puesto sus mejores prendas, obligándolo a él también a vestirse lo mejor que podía. Lo habían llevado a comprar un traje nuevo y al menos toda esa nueva atención y afecto ayudaba a consolar lo triste que se sentía por Kyle.

Llegaron al instituto primero que los demás padres, Stan los había obligado a llegar temprano pues debía ayudar en el ensayo general y afinando los instrumentos.
En el gimnasio sólo se encontraban los encargados del baile y los miembros de la orquesta de música.
De inmediato lo encontró, era inconfundible... Lo siguió con la mirada en todo momento, pero Kyle no le correpondió ni una sola vez. Estaba seguro que sí podía notarlo pero los ojos verdes sólo lo evitaban sin parar. Se limitaba en arreglar últimos detalles caminando de un lado a otro con sus compañeros. Llevaba un traje verde oscuro con corbata y su cabello rebelde. No tenía queja alguna por el cabello desordenado, personalmente siempre lo prefirió así. Le encantaba. Pero debido a su personalidad ordenada y el día formal, supuso que lo aplacaría con laca o algo por el estilo...

Stan sentía sus manos sudar y su mente era un lío de confusión. El pelirrojo había correspondió su beso con la misma intensidad y cariño. Pero luego huyó. Después parecía más cómodo cuando se trataron como amigos de nuevo y en el momento que pudo acercarse otra vez a él no hizo más que negarlo frente a sus padres. y Stan sabía lo difícil que era la relación que tenía con ellos, pero aún así había dolido mucho. Y como si todo eso no fuera suficiente se iría y lo dejaría aquí.

Lo besé, me confesé... ¿y después? ¿qué sigue después?... ¿Sólo se irá?

Siempre has sido tú. (Editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora