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Cuatro meses después

—Eileen, ¿por qué te peleaste con Seren? —Harry la ve, ella juguetea con su pie nerviosa, ambos se encuentran en los banquitos de la sala del director esperando por los padres de la niña.

—Ella me decía que soy fea, que tengo piojos y que tú la quieres más a ella que a mí, que me ibas a abandonar y te irías con ella—. Hace un puchero, sus ojos verdes se posan en el pelirrojo—. ¿Verdad que me quieres más a mí? Soy tu Galletita y tú mi Principito, te conocí primero que ella, además siempre estás conmigo.

Harry suspira y la abraza.

—Tú no eres fea.

—¿No?

—Claro que no, eres muy linda, eres la más linda del colegio, tampoco tienes piojos.

—Pero ella dijo...

—No importa lo que haya dicho, no tienes piojos, ¿a quién vas a creerle? ¿A ella o a mí? Tal vez dijo eso porque sentía envidia.

—¿En serio?

—Que sí. —Se ríe el niño—. Y claro que te quiero más a ti, sino ¿por qué te regalé a Niash? ¿O por qué te enseñé a montar bici? También te llevo a tomar helado al carrito del Señor Bax, eres mi Galletita, claro que te quiero y nunca te abandonaré, menos por ella.

—Harry— ella lo abraza más fuerte llorando.

Holi —Otra voz los sobresalta, un niño de cabello rubio y ojos azules los ven, como si nada, parado con una enorme sonrisa, como un pequeño divo.

Aquí todo bien, pero... ¿por qué ese niño que parece haber ido al mejor parque de diversiones está con su uniforme arrugado y un moretón en la mejilla?

—¿Estás bien? —Le pregunta Eileen, el niño solo asiente con la cabeza, se encoje de hombros y se sienta a un lado del pelirrojo.

—Solo ajustes de cuentas —Vuelve a encogerse de hombros—. Mi nombre es Rodrigo, pueden decirme Rodri o niño del demonio como me dicen todos.

—Rodri está bien —Se ríe la niña, Harry solo mira al intruso con ojos entrecerrados—. Yo soy Eileen Nichole, puedes decirme Eileen, y él es...

—Tu rey, plebeyo— la interrumpe.

—De acuerdo —Rodrigo arrastra las palabras mirándolo raro.

—¿Qué te sucedió? —pregunta intrigada la niña.

—Solo un mocoso de mi salón que no deja de molestarme, ¿y a ustedes? ¿Por qué están aquí?

—Eso me recuerda... —Harry la mira a los ojos y sube y baja sus cejas—dime, ¿quién empezó la pelea?

—Yo —Le cuenta orgullosa—. Ella seguía diciéndome cosas muy feas, entonces me levanté de un salto y fui a por ella, la agarré por su cabello y... —Carraspean una garganta, los ambos giran la cabeza con suma lentitud y observan a Aline, que estaba de brazos cruzados y una ceja alzada mirando a los niños, Rodrigo solo mira a la mujer como si nada.

Holi —La saluda moviendo los dedos de su mano

—Hola, dulzura —Le sonríe al pequeño divo rubio,luego observa a los otros dos diablillos, entrecierra los ojos—. Continúa, note detengas, quiero saberlo todo. —Y ellos sabían que estaban en problemas.

VacíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora