Capítulo 10

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Lo único que hacía falta en el jardín trasero de la mansión era algún espacio con fango. La mayoría del espacio estaba ocupado por pasto verde y fresco. Sin embargo, eso no detuvo ni a Kim ni a Chay que permanecían enfrascados en un riña para demostrar la supremacía de uno sobre el otro. Ningún vampiro daba su brazo a torcer, era experiencia versus juventud. Astucia y velocidad contra fuerza y entusiasmo. Un novato frente a su maestro.

Y ni aun así la balanza podía inclinarse en favor de alguno de los dos. Cualquiera pensaría que Kim tendría todas las de ganar por la cantidad de años que llevaba siendo vampiro, pero el frenesí de la novedad que presentaba Chay eran dignos de admirarse.

Desde una ventana del segundo piso, Korn veía a los jóvenes pelear con una sonrisa en la cara. Eran el uno para el otro, de eso no tenía duda, a pesar de que su hijo lo negara rotundamente, era claro el interés que tenía en el joven Chay. Nadie mejor que él para decirlo, conocía perfectamente a Kim, los mordaces comentarios llenos de ironía y sarcasmo no eran más que un mecanismo de defensa. ¿A qué le temía Kim? Solo él lo sabía.

- Puedes presumir tu rapidez "querido", pero cuanto logré atraparte no podrás escapar de mi fuerza –

- Estás siendo demasiado creído Porchay – comentó Kim. - Y tú te estás haciendo el difícil, sé perfectamente que quieres que vuelva a besarte, pude sentirlo cuando me correspondiste –

Eso era mentira. Al menos conscientemente. Pues pese a que no quería reconocerlo, aquel beso había sido... especial. En su vida como mortal, Kimhan Ardelean, nombre real de Kim, no había tenido ninguna relación amorosa. Algo raro para la época, ya que él había nacido en el mil seiscientos noventa y nueve y para el mil setecientos veintiuno, con veintidós años se esperaba que ya fuera un hombre de familia con un par de hijos y una hermosa esposa esperándole en casa.

Pero la vida de Kimhan se volvió un caos justamente a los dieciséis. Cuando una misteriosa y extraña enfermedad lo atacó. Por aquel entonces, al desconocer por completo el padecimiento del joven, mucha gente considero que se había vuelto "loco" o que incluso estaba "poseído" por algún demonio, algo demasiado común para la época.

No fue hasta un par de siglos después, cuando los avances médicos dieron frutos, que Korn supo lo que en el pasado aquejaba a su primer transformado.

De ahí la razón por la que Kim no recordaba gran parte de su pasado, y Luca Ardelean el verdadero padre de Kimhan, en un intento desesperado por salvar a su hijo se lo había entregado para que lo transformara en un vampiro. "Sé lo que eres y sé lo que haces, y yo quiero que mi hijo tenga la oportunidad de vivir sin esto que lo aqueja". Había dicho Luca en un intento de convencerlo, aunque por ese hombre Korn era capaz de hacer cualquier cosa.

Con más de un siglo de existencia, pero con una apariencia de cuarenta y tantos, Korn Theerapanyakul había conocido al más hermoso mortal que jamás había visto. Luca Ardelean, él era un joven OMEGA de mirada triste y melancólica pero belleza sin igual que vivía en un recóndito pueblo en la frontera de Rumania con Maldovia. En uno de sus tantos viajes lo había visto y quedó hechizado con la hermosura de aquel singular muchacho.

Sin embargo, no fue solo su belleza lo que lo cautivó. Su mirada afligida y actitud taciturna eran algo que había llamado mucho su atención. Ni tarde ni perezoso se acercó a él, tenía la necesidad de saber por qué tanta amargura y desconsuelo pesaban en su joven corazón. Al principio, como cualquier persona hubiera hecho, Luca no quería tener contacto con él, después de todo era un desconocido. Así que se insistió hasta que poco a poco se fue ganando su confianza y supo lo que acongojaba a su corazón.

Luca vivía exiliado en ese pequeño pueblo de Rumania porque estaba embarazado. Sí, él era un OMEGA al que su familia había despreciado porque, al ser una familia acomodada en sociedad se esperaba que llegase virgen al matrimonio y por ende tuviera hijos con el que se escogiera para que fungiera como su marido. Por supuesto, nada de eso se había cumplido.

Carmesí | KimChayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora