Capítulo 16

1.5K 145 69
                                    

Este capitulo esta más caliente que el sol en verano jajajajajjaja, disfruten. 🫣







Era la primera vez en su vida que su cuerpo sentía semejante placer. Podría jurar que su miembro encajaba perfectamente en los carnosos labios de Chay. No supo en que momento pasaron de estar peleando como perros y gatos a tener ese momento tan íntimo y placentero, y quejarse o siquiera pensar en detenerse no estaba para nada dentro de sus planes.

Chay sintió como los dedos de Kim se encajaron en su cabello con rudeza, sentía los pequeños pero intensos tirones que en lugar de molestarlo o apagar el fuego que sentía, lo orillaban a continuar devorando con gusto la hombría de su compañero. El pre-semen que salía desde el interior de Kim tenía un sabor fuerte pero exquisito y quería seguir disfrutándolo mientras escuchaba los gemidos del mayor. Se extrañó al poder percibir ese sabor, pero no le dio importancia, prefería seguir dándole placer a Kim.

Las manos de Kimhan se apretaron sobre la cabeza de Chay para moverla a su antojo, el menor dejó que "su ALFA" llevara el ritmo, después de todo aquello era solo para complacerlo y convencerlo de que no tenía problema alguno en subordinarse a él. Kim aumentó las embestidas en la boca de Chay logrando llegar hasta la garganta.

Las arcadas se hicieron presentes pero Chay no se quejó. Continuó recibiendo el delicioso ataque a su boca que cada vez era más violento; Kim no estaba siendo considerado sino todo lo contrario, era rudo, tosco, descortés... y ¡Diablos! eso lo ponía más duro. Era definitivo, le gustaba hacerlo de esa forma tan primitiva, tan obtusa, tan salvaje.

Un condensado líquido se deslizó por la comisura de los labios de Chay cuando Kim la retiró de su miembro, era saliva mezclada con semen y el menor no dudó en limpiarla con su dedo para inmediatamente después chuparlo. El sabor era delicioso y se lo hizo saber a Kim cuando pasó su lengua por su labio superior.

Los hermosos ojos ámbar de Chay se dirigieron nuevamente a los muffins que quedaban en la bandeja, aún quedaban dos y muchas partes del cuerpo de Kim en las que esa crema batida podía untarse y disfrutarse. Su pecho parecía la mejor opción para "adornar" con el postre. Cuando los estuvo haciendo en la cocina, no se imaginó que terminarían de esa manera, pero no le molestaba. Se inclinó para tomar uno pero la mano de su compañero lo detuvo.

- Esos dos son para mí – habló Kim con voz ronca.

- Pensé que habías dicho que no los querías – Chay le recordó sus palabras.

- Cambié de opinión – dijo con seguridad.

- ¿Y cuándo piensas comerlos? –

- En este momento – aseguró Kim – de rodillas en la cama – ordenó.

La sonrisa de Chay se amplió. Kim iba a jugar al mismo juego y eso lo excitaba mucho más de lo que hubiera imaginado. Se preguntó dónde exactamente "su ALFA" degustaría esos afrodisiacos postres, pronto lo iba a descubrir, así que lentamente se subió a la cama y se colocó de rodillas. Estaba nervioso, sí, pero al mismo tiempo muy emocionado.

Tener a Chay de rodillas en su cama era jodidamente provocador, la imagen era caliente como el mismo infierno y tan tentadora que sabía no iba a poder quitar sus manos de aquel cuerpo de infarto del que el joven era poseedor.

Kim colocó una mano en la espalda baja del menor indicándole que tenía que ponerse en cuatro. Chay bajó sus manos de inmediato dejando más expuesto su trasero el cual tuvo la atención del mayor casi de inmediato pues las manos ajenas empezaron de masajear sus nalgas apretándolas en el acto. Un cosquilleo recorrió todo su ser, le gustaban las caricias de Kim en esa parte de su cuerpo.

Carmesí | KimChayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora