Gordo• [Ohmnanon]

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Creo que en la última semana he comido más ensalada que en toda mi vida, pero estoy bien con eso.

No es mala, solo diferente y mi cuerpo debe estar agradecido por eso.

Decidí ir al gimnasio también.

Algunas noches, no puedo pasar todo mi tiempo ahí, porque la facultad me quita gran parte del día.

Sin embargo, ya he bajado un par de kilos.

Me miro al espejo y no está mal.

Volteo a la puerta de mi habitación al escuchar la voz de Chimon y bajo las escaleras de dos en dos, porque huele bien.

—¿Es pizza?

—Una grande —responde colocándola al centro de la mesa.

Él no me pregunta, solo mete el chocolate que trae en la mano dentro de mi boca.

Mastico, porque es mi favorito.

287 calorías, las bajas con cardio.

—Odio la facultad y mi vida, probablemente estaría muerto, pero comer es una buena razón para no suicidarme —dice agarrando un pedazo de la caja y se acuesta en el sillón.

Es tan dramático.

Me río agarrando un pedazo también, no he cenado en días, y mañana temprano tengo que entrenar.

Así que no está mal.

Nuestra paz se termina cuando la puerta se abre, y Nanon entra directamente a las escaleras, para subir a su habitación.

—¡Voy a cambiarme rápido, no te enojes!

Chimon me mira, y sé exactamente lo que está pensando, porque ya hemos hablado al respecto.

Se levanta y va a la cocina, porque no lo tolera.

No creo que vaya a salir de ahí, hasta que él esté lejos.

Bajo la pizza, cuando Mark entra en el comedor y me mira directamente a mí.

—¿Y la dieta? —me pregunta sentándose a un lado y yo suspiro.

—Solo intento comer menos, no es una dieta.

—Oh.

—Bajé algunos kilos —menciono para que sepa que merezco comerme esta pizza.

—¿Bajaste kilos? ¿Cuántos te faltan? ¿Treinta?

Desvío la mirada, sintiéndome estúpido.

No tenía idea de que estuviera tan gordo.

—Lamento no ser como Nanon o Chimon, ellos son tus amigos, te quieren, y creo que esa es la razón por la que no son sinceros contigo.

—¿Sinceros con qué?

—No eres guapo, al menos intenta no estar tan  gordo.

Me quedo en silencio mirándolo, porque él parece estar siendo sincero ahora.

—Estoy listo —dice Nanon bajando las escaleras y se acerca a nosotros— ¿Nos vamos?

Mark se levanta y yo evito mirarlos.

—Volveré temprano —me dice a mí.

—¿A dónde vas? —le pregunto con la voz suave.

—Iremos a un concierto —responde abrazándome por detrás y besa mi mejilla— cómete la parte de la pizza que me toca, no quiero compartirla con Chimon.

—¿Por qué no?

—Porque te quiero más a ti —susurra cerca de mi oído.

Me sonríe retrocediendo a la puerta, y le sonrío de vuelta.

—Diviértete, Non.

Mi corazón a veces se vuelve chiquito cuando lo veo irse, porque me pregunto si algo sería diferente si me hubiera atrevido a decirle que estoy enamorado de él.

Tal vez ha sido lo mejor.

Es obvio que nunca se ha sentido de la misma manera.

Sé a quién ama, y no puedo competir con eso.

Mark es una mala persona, pero yo soy gordo, y no hay nada peor que estar gordo.