Gordo• [Ohmnanon]

13

Veo la hamburguesa frente a mí y suspiro, agarrándola con cuidado.

Cuando subo la mirada, Nanon está sonriendo.

—¿Qué me ves? —le pregunto colocándola en mi boca y él agarra de mis papas.

—¿Esta es una cita, Ohm?

—Sí —digo viéndolo jalar mi plato a su lado— ¿Vas a comerte lo mío?

Sonrío porque estira una sola papa hacia mí, y abro la boca.

—¿Estás juzgándome? —suelta cruzando los brazos y niego con la cabeza.

No lo hago.

Estaba nervioso cuando vi el plato enorme llegar y no quería empezar a comer, pero él ama comer lo que pido yo, y estoy internamente agradecido por eso.

Agarro el batido que ha pedido él y me mira ofendido, porque tomo un poco.

—Pídete el tuyo si quieres —dice devolviéndolo a su lado y me río— podría compartirlo contigo... pero no eres mi novio.

—Siento que intentas decirme algo —respondo entrecerrando los ojos.

—¿Tú crees?

—Yo creo que quieres ser mi novio.

—Wow, Ohm, solo demoraste algunos años, eres bueno leyendo entre líneas.

—Estás juzgándome, pero tú tampoco te habías dado cuenta de que siento exactamente lo mismo.

—Estoy feliz por saberlo ahora —dice más bajito y sus ojos están brillando— de verdad.

Estiro mi mano derecha hasta la suya y él sonríe cuando entrelazo nuestros dedos.

Le creo.

—No estás más feliz que yo —respondo retándolo y él me suelta.

—No compitas conmigo, Ohm.

—No competiré contigo, si aceptas mi invitación para ir al cine al terminar esto.

—¿Es otra cita? —pregunta mordiendo su labio inferior.

—Sí, incluso pagaré las palomitas.

—Entonces acepto.

Cuando estoy mirándolo, no puedo tener en la mente algo más.

Volteo hacia el baño, porque alguien de la mesa al lado entra, y yo miro mis muñecas.

Siempre estoy midiéndolas mentalmente para asegurarme de no haber engordado.

—Te amo —dice de la nada y yo volteo a verlo.

—¿Qué?

—Siempre he amado todo lo que eres, Ohm.

Sonrío bajando la cabeza, porque estoy avergonzado ahora.

Veo a mi lado, porque rodea la mesa y se sienta junto a mí.

Suspiro porque coloca las manos en mi rostro y mira mis ojos.

—¿Tienes idea de lo mucho que disfruto poder decirte todo lo que pasa por mi cabeza?

Aún estoy intimidado, pero asiento, porque realmente creo que está feliz ahora.

—Nanon.

Apenas escucho su voz, siento un escalofrío pasando por mi cuerpo.

—Hola —le responde soltándome y él se sienta, sin pedir permiso, girando para mirarme a mí.

—Hola, Ohm.

No respondo.

Evito su mirada y veo mi lado de la mesa, agradecido de que no esté llena de comida.

—¿Cita de amigos?

—No realmente —responde Nanon levantándose y me mira— ya nos vamos, tenemos que pagar.

Lo veo caminar a la caja, pero yo soy un poco más lento al moverme.

Está lo suficientemente lejos, cuando Mark habla.

—¿Qué te pasó? —me pregunta con la voz abajo.

—Si vas a insistir con...

—Ohm —dice interrumpiéndome— tienes que estar enfermo, porque no es normal que te veas así.

—¿Así?

Estoy confundido ahora.

—Parece que no comiste desde la última vez que te vi, y luces tan mal.