Gordo• [Ohmnanon]

14

NANON

El humor de Ohm ha caído desde que vio a Mark, y ya no parece muy animado por ir a ver la película.

Pasé el día pensando mucho en él.

En como cambiaron algunas cosas que ahora puedo notar mejor.

—Siempre fue insoportable —digo mirándolo y él levanta la cabeza.

Observa mucho sus muñecas.

—¿Quién?

—Mark.

Asiente despacio, y se queda en silencio.

—¿Estás bien? —le pregunto agarrando su mano derecha y él mueve de nuevo la cabeza de forma afirmativa.

—Sí.

—¿Quieres realmente salir ahora?

No me responde.

Parece tener algo más en la mente, así que me detengo.

—Ohm.

—¿Sí?

—¿Algo pasó?

—¿Me veo mal? —suelta sin responderme.

—¿Qué?

Levanta una mano y la estira, mostrándome sus huesos sobresaliendo.

—¿Me veo mal? —repite respirando más rápido y yo me acerco, para que me mire a mí.

—¿Qué pasó? —le pregunto de nuevo y él niega con la cabeza.

—Nada.

—Ohm —insisto preocupado.

—No había notado esto —dice levantando su mano otra vez y yo la bajo.

—¿Notado qué?

—No me veo así en el espejo.

Me acerco un poco más, con cuidado, evitando mostrar la ansiedad que empiezo a sentir.

Nunca había dicho algo así antes y estoy preocupado por él.

Entrelazo nuestros dedos y él quita su mano, alejándose.

—Mark dice que me veo mal.

Aclaro mi garganta, con un nudo en el estómago que me hace sentir enfermo.

—Mark es un idiota.

—Tú lo amabas —dice alejándose.

—No, no es verdad —respondo dando otro paso adelante.

—Mark al menos fue sincero, Chimon y tú nunca me dicen la verdad, yo era tan gordo...

Mis piernas se sienten un poco apagadas.

—¿Por qué escuchas lo que dice Mark? —le pregunto evitando mirarlo.

Mis ojos se dirigen a sus muñecas, y noto que están un poco heridas.

Retrocedo, con la respiración acelerada sin dejar que continúe y doy la vuelta a la cafetería, pero Mark ya no está.

—Nanon —me dice preocupado al acercarse.

Paso mis manos por mi rostro y respiro profundo, porque no quiero que vea así.

No soy alguien que pierde la calma con facilidad, pero tengo miedo.

Es la razón por la que quiero hacerle creer que todo está bien.

—No sé que ves tú, no sé que ve Mark, o el resto de la gente acá —digo agarrando su mano— yo siempre veo a la persona que amo.

—Antes...

—¿Alguna vez me faltó demostrarte lo importante que eres para mí? —le pregunto con un nudo en la garganta— porque siempre intenté hacerlo, Ohm.

—Lo hiciste bien —responde en un susurro y yo sonrío, evitando llorar.

—Lamento si esperé sentir que te perdía para ser más claro contigo.

—No te disculpes —dice acercándose y yo miro sus ojos.

—Me voy a disculpar aunque no quieras, porque merecías saber que siempre he estado enamorado de ti.

Cierro los ojos, porque me besa él, colocando sus manos en mi rostro y suspiro, porque siento su lengua jalando mi labio inferior.

Mi corazón está latiendo rápido cuando se aleja, y aclaro mi garganta.

—¿Ya puedo compartir mis batidos contigo? —le pregunto sosteniendo su mano derecha y él sonríe, moviendo la cabeza afirmativamente.