Suspiro mirándome en el espejo, porque incluso si entreno y veo los kilos reduciéndose en la balanza, no encuentro la diferencia en mi reflejo.Aún no me gusta como me veo.
—Llegó la pizza —dice Chimon acercándose a mi puerta.
—¿Otra vez?
No he querido sonar mal, pero no estoy de buen humor hoy.
Nanon y yo no tenemos la costumbre de discutir, y siento que ha pasado esta vez.
No vuelve aún a casa, y no hemos hablado en el día.
Creí que sería una buena idea, pero no me sentí cómodo ahí, él miró mi cuerpo, y me avergüenza.
Debe haber notado lo mal que me veo.
—¿Por qué no estás feliz? —me pregunta Chimon cruzando los brazos.
—¿Sabes cuántas calorías tiene una pizza?
—¿Por qué tendría que retener esa información en mi cabeza, Ohm?
—Es sencillo para ti porque eres delgado, yo estoy gordo, no quiero cenar.
—¿Por qué dices que estás gordo? —pregunta acercándose al espejo y ladea la cabeza— es la primera vez que te escucho usar esa palabra desde que te conozco.
—¿Está mal que quiera verme mejor?
—No —responde más serio y me mira a los ojos— las personas pueden verse bien, sin importar lo que pesen, pero me han llamado la atención tus palabras, porque no creo que tú peses mucho más que yo.
Me río, porque tiene que ser una broma.
Chimon es delgado, siempre lo ha sido.
—¿Quién te ha metido esa idea en la cabeza? —me pregunta acercándose más.
—Nadie —digo bajando la mirada— ¿Por qué actúas como si fuera para tanto? Muchas personas quieren tener un estilo de vida más saludable.
—Sí —afirma agarrando su teléfono— entonces voy a pedir algo más saludable, pero vamos a comer.
Me siento raramente atacado por él.
Como si quisiera gritarle por meterse en algo que no debería ser su problema.
Finalmente, solo asiento.
Cuando se va, resoplo porque ha arruinado mis planes.
No creo que las cenas sean indispensables.
Es una comida que puedo ahorrarme, no la necesito si tengo las otras dos comidas en mi estómago.
Salgo de ahí luego de mentalizarlo y bajo las escaleras, para sentarme a ver algo en la sala, mientras espero.
Chimon está haciendo sus planos en el jardín.
Veo la hora en el reloj, cuando la puerta principal se abre y noto a Nanon tomando la mano de Mark al entrar.
Ya se han arreglado de nuevo.
No sé porqué a veces creo que ellos podrían terminar lo que tienen, cuando es obvio que no va a pasar.
Nanon siempre es claro con eso, él debe amarlo mucho.
—¿Y la cena? —pregunta alto y Chimon abre la puerta de vidrio que da al jardín.
—Está en camino, hay cena para tres.
Es obvio que intenta botar a Mark disimuladamente, pero creo que no entiende, porque se sienta a mi lado.
Nanon camina hacia la parte trasera y sé que va a regañar a Chimon, porque cierra la puerta.
—Supongo que puedes darme de tu parte, tú no necesitas comer mucho más.
Sus palabras al estar solos, me ponen tenso.
—¿Cuál es tu problema conmigo? —le pregunto directamente, tratando de enfrentarlo.
—Ninguno.
—Gracias por ser sincero, ya sé que estoy gordo, no entiendo porqué buscas hacerme sentir peor al respecto.
Él voltea hacia mí, y hace una media sonrisa de lado.
—No me agradas, porque te gusta mi novio.
Mis pensamientos se traban por un momento, por la seguridad de sus palabras.
No fue una pregunta, él lo afirmó.
—No deberías...
—¿No debería qué? ¿Preocuparme?
—Nanon es mi mejor amigo —respondo bajando la mirada.
—Lo sé, es tu mejor amigo, porque no se fija en ti, ¿tú te viste al espejo alguna vez?
Maldición, el nudo en la garganta, otra vez.
—¿Crees que va a fijarse en ti si continúas haciendo esa inútil dieta que no te está funcionando? —agrega riendo— eres idiota, Ohm, tú nunca vas a gustarle sin importar lo que peses, ya te lo he dicho, tampoco eres guapo.
Me levanto del sillón, porque no quiero escucharlo más, y subo las escaleras.
No voy a cenar hoy, de todos modos, ya comí mucho en el almuerzo.
Debí controlarme más.
Limpio mis lágrimas, acercándome al baño y me miro en el espejo.
Sí, tiene sentido, cómo puedo gustarle a Nanon si me veo así.
Suspiro mirando el inodoro, porque me siento descompuesto ahora.
Quiero vomitar.
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Gordo• [Ohmnanon]
FanfictionOhm tiene inseguridades, que se generaron por un amor no correspondido.