•Final•

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NANON

Aún no he aprendido a gestionar mis emociones.

Quiero entenderlo, pero me cuesta.

Y sí, intento priorizarlo, pero no siempre puedo hacerlo sin darme un espacio para respirar.

—Gracias —digo colocando el billete en el mostrador.

Agarro el chocolate y camino de vuelta a casa, mirando a mi alrededor.

Es el favorito de Ohm y lo he comprado para él.

Yo quiero hacerle sentir que estoy de su lado, porque quiero ayudar, y me pongo en su lugar, pero hay cosas que me duelen también.

No voy a dejarlo solo, aunque yo quiero estar solo.

Respiro profundo antes de entrar, y el televisor sigue prendido, pero él no está.

—Ohm —digo subiendo las escaleras, pero no contesta.

Debe estar enojado aún.

Me acerco a su puerta, y toco despacio, pero no responde, así que abro la manija.

No está en su cama.

Voy al baño a ver si ha entrado, y creo que mi cuerpo se siente más pesado cuando lo veo sentado en la ducha.

En un rincón.

Tengo esa sensación de desconexión de la realidad.

Me acerco rápido, sin sentir el piso en mis pasos y me agacho a su lado, agarrando una toalla.

—Ohm —digo intentando formular las palabras en mi boca porque estoy temblando— e-está bien, está bi-bien.

Presiono la herida grande porque es lo único que se me ocurre hacer y paso mi mano por su rostro.

Él está frío.

Me mira, y tiene las lágrimas secas en su rostro, que siento cuando intento limpiarlas.

—Está bien —repito con mis palpitaciones aceleradas y no puedo oír bien mi voz, por la opresión que tengo ahora en la garganta— e-está bien.

El hormigueo por mi cuerpo se intensifica cuando busco el teléfono en mi bolsillo y marco con dificultad el número de emergencias.

—Tú estás bien —susurro limpiando el vómito que baja por su boca, y siento que voy a ahogarme porque no puedo respirar— e-estás bien.

Gordo• [Ohmnanon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora