Gordo• [Ohmnanon]

16

OHM

Paso mi mano derecha por mis nudillos, mirándome al espejo, con la respiración irregular.

Soy consciente de que he comido mucho hoy.

—Ohm.

Volteo apenas escucho la voz de Nanon, y se acerca, sentándose al borde de la cama.

—¿Sí?

—Es tarde —responde colocando su teléfono a un lado, y se acuesta, soltando un suspiro.

Me acerco y me mira.

Él parece estar triste.

Últimamente todos a mi alrededor parecen estarlo.

—¿Algo pasó? —le pregunto colocando mi cabeza en la almohada y él mueve la suya de forma negativa.

Cierro los ojos porque acaricia mi cabeza, y sonrío más tranquilo.

Siempre me ha gustado que lo haga, así duermo mejor.

—Todo estará bien —dice en un susurro apagado.

Lo miro aunque está oscuro ahí y asiento, acercándome más.

Me siento mal por la distancia que puse entre los dos, últimamente.

—Nanon, lamento no haber estado más cerca de ti en estas semanas.

—Entiendo que quieres espacio, solo no quiero que me saques de tu vida.

—No quiero espacio de ti —respondo sinceramente— pero he estado algo... yo... no me sentía bien.

—¿Y ahora?

—Siempre he estado enamorado de ti —le digo desviando la mirada— ya lo sabes.

Agradezco que no pueda verme bien, porque estoy avergonzado.

—¿Significa que te hago bien? —pregunta más animado y yo sonrío.

—Un poco.

—¿Solo un poco? —insiste subiendo sobre mí y me quedo paralizado.

Normalmente me tensa tenerlo así, pero ahora es diferente.

Él agarra mis manos y las coloca en su cintura, acercando su boca a la mía.

—Un poco —repito nervioso y él me besa.

Presiono mis dedos en su piel, dándole espacio a su lengua y suspiro, cuando muerde mi labio inferior.

—¿Puedo hacer que sea mejor de alguna manera? —pregunta agitado y asiento, metiendo las manos debajo de su camiseta.

Subo las manos por su pecho y suspiro, porque aún parece que estoy soñando.

Nanon siempre ha sido lo que quiero para mí.

—Te amo —dice agarrando mi rostro y sonríe.

Él siempre va a sentirse como un sueño, y me encanta el hecho de que ahora sea uno realizado.

—Todo va estar bien —le respondo acariciándolo y él ladea la cabeza— tú tienes razón, y te amo también, Nanon.

—Prométeme que no vas a preocuparte más sin mí, no tienes que estar solo cuando algo va mal, me tienes contigo, ¿de acuerdo?

—Sí.

—Será más sencillo, si me dejas estar a tu lado, el resto de nuestras vidas.

Jadeo porque me besa más profundo, bajando sus dedos por mi cuello.

—¿Me dejas ir al baño antes de cambiarme para dormir?

Asiento sonriendo y él se levanta, para alejarse de la cama.

Cuando cierra la puerta, veo su teléfono iluminándose y leo en la pantalla, el mensaje que le ha llegado.

Dice Tay.

Mi mente empieza a trabajar para recordar la razón por la que su nombre se me hace familiar, pero no puedo concentrarme porque he leído lo que dice.

Ellos van a verse.

Nanon no lo ha mencionado, él no quiere decirme.

No sé porqué.

Quizás, está interesado en él realmente, quizás Mark tiene razón, quizás solo siente lástima por mí.