9. Luces rojas

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9. Luces rojas

El domingo por la noche, incluso a sabiendas de que era irresponsable, Liam propuso ir a un fiesta diferente, en un bar que Zayn no sabía que era gay. Estaba ubicado en una de las calles más peligrosas de la ciudad. La policía hacía redadas continuamente, y había posibilidad de ser arrestado por algún conocido de la Unidad.

Sin embargo, Zayn no le pudo decir que no.

Así que allí estaban, fingiendo tener la edad adecuada para beber. En su defensa, nadie parecía mayor de veinte.

—¡¿Cerveza?! —Liam le gritó por sobre la música.

Zayn asintió y lo vio dirigirse a la barra. Movía la cintura, sonreía a cualquiera que se le cruzara en el camino, y aquello lo enojó. Liam era demasiado coqueto para su bien. Un día de aquellos, Zayn explotaría y lo amarraría a la cama.

Sacudió la cabeza. No sabía que era así de celoso hasta ahora.

—Hola. —alguien le dijo al oído.

Zayn lo volteó a mirar con cara seria. La típica que gritaba “No estoy de humor para socializar, idiota”. El tipo sonreía. Su rostro se le hacía conocido.

—¡Harry! ¡¿Qué tal estás?!

—¡Li!

El tal Harry abrazó a Liam, quien no se dignó a entregarle su cerveza antes, así que la bebida se derramó un poco, manchando a Zayn en el proceso.

—Lo siento. Ten, toma, babe.

El apodo salió espontáneo. A Zayn no le agradó, ellos dos se dieron cuenta a partir de su expresión incluso más seria, pero no dijeron nada. Sólo se mostraron incómodos. Zayn, por otro lado, se descubrió sintiendo culpabilidad.

—Tranquilo, Li. —sonrió, y bebió de su cerveza. Liam brilló ante el apodo, lo abrazó del cuello y Zayn apretó su cintura como un buen cinturón. No iba a mentirse a sí mismo: Quería que Harry fuera testigo de su apropiación al diminutivo.

—Él es Harry, mi compañero de apartamento. Y él es Zayn. —Liam los presentó. Zayn saludó al otro con un asentimiento.

—Un placer, querido Zayn —dijo Harry con sarcasmo—. ¿Quieres algo más fuerte que la cerveza, Li? Traje éxtasis. —sacó una tableta de pastillas de colores.

Liam lo observó fijamente. Zayn, dentro de su estupor, se encogió de hombros.

—Seguro.

Harry le entregó una pastilla, pero su mirada se encontró con la de Zayn, y decidió entregarle dos.

—¡Provecho! —exclamó. Y, justo cuando Zayn pensó que se marcharía, se dio la vuelta— Estás hermoso, Liam. —lanzó un guiño.

Liam besó sus labios con lentitud. Tal vez para distraerlo de lo que fuese que había acabado de pasar... o tal vez no. Sería hipócrita si se molestaba por aquel coqueteo unidireccional.

—Ese tipo lo he visto antes.

Liam frunció el ceño—. A él no. A su hermano, tal vez.

—¿Qué?

—Es el hermano mayor de Edward —explicó como si nada—. El único de pelo largo en la clase. —explicó mientras viraba los ojos.

—Ah... ¿son gemelos?

—Harry es mucho mayor que nosotros. Va en tercer año de Medicina.

Por alguna razón, la aclaración lo tranquilizó. Un chico más maduro mantendría las manos alejadas de Liam.

Fatalidad | ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora