22. Sin familia

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22. Sin familia

Zayn conocía a Maddy desde siempre. En realidad, era incapaz de rememorar una oportunidad en la que no sostuvo su mano o le sonrió con calidez.

Ella siempre lo había amado. Fue fácil para Zayn corresponderle, Maddy era hermosa y fácil de tratar; el tipo de chica tranquila que tus padres y amigos bendecían. Debió imaginar que Niall la había amado, siendo que fue el primero en notar su presencia en el salón de clases.

—Es adorable. —había dicho Niall en el patio de juegos.

Aunque Zayn y Louis estaban enganchados en un partido de fútbol con los demás compañeros de clase, Niall se decidió a hacerle compañía a la niña rubia que almorzaba sola, sentada debajo de un frondoso árbol.

—¿Crees que nos vaya a cambiar por la nueva? —era la preocupación de Zayn, quien claramente no estaba de acuerdo con el encanto súbito que su amigo había experimentado.

—Tal vez le guste. —fue la respuesta de Louis.

Zayn lo recordaba, porque sintió arcadas. Solía ser el tipo de niño que juraba que las mujeres eran un impedimento en el camino, una piedra en el zapato. Luego llegó Maddy a sus vidas y su perspectiva se modificó: Comenzó con un comentario propio de un bebé malcriado que ella escuchó, y por obvias razones, se molestó lo suficiente como para ignorar sus huesos el resto del año escolar.

—Es hueca, ni siquiera va bien en la escuela, ¿por qué Niall quiere estar con ella? ¡Si sabemos que no tiene amigos por razones!

Un corazón podía ser roto por un desconocido, si eras una niña de once años.

Cuando Maddy pasó por su lado como alma que llevaba el diablo, Zayn experimentó la culpa. Tal vez había exagerado, quizá debería disculparse... también había lastimado a Niall con sus palabras, porque él se convirtió casi de inmediato en amigo de la nueva, y en su némesis jurado.

Pero, contra todo juicio, no la siguió. No lo sintió más que por impulso. Se repitió que era verdad, y volvió a jugar fútbol con Louis y los demás.

•••

La foto del anuario del 2004, revelaba caras inocentes de Louis, Niall y Maddy. También del propio Zayn, pero se negaba a concentrarse en su mueca de ingenuidad.

—El año en que nos conocimos.

Era Maddy. Zayn tembló por la aparición inesperada. La miró a través de sus pestañas, cerró el libro de fotos y lo ubicó en la estantería. Luego de mudarse a casa propia, había decidido traer consigo los documentos más importantes para él de la biblioteca de sus padres, quienes no le vieron el problema.

—Fuimos un tropo de enemigos a amantes, más que amigos a novios. —Zayn bromeó.

Maddy se limpió las lágrimas, entonces Zayn se preocupó, pero no lo exteriorizó. Ni siquiera sabía si estaba en buenos términos con ella.

—Creo que te amaré por siempre. —dijo Maddy, abrazándose a sí misma.

—Yo también. —admitió en voz baja.

—¿Por qué lo hiciste?

Entonces, Zayn supo que Niall, finalmente, le había contado. No respondió.

Fatalidad | ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora