XXVIII My Michelle

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Aquella noche definió al grupo, aunque en su momento se sintió como una fiesta cualquiera, la trayectoria de los chicos como banda no seria la misma después de la parranda en la mansión de Nikki Sixx, después de todo fue la noche en la que Guns n' Roses tuvo un futuro. Dejaron de ser una banda de bares a estar firmados con una disquera y ninguno de nosotros tenía idea del tipo de éxito que iban a lograr (aunque todos soñabamos con eso) o del tipo de caos que se iba a desatar cuando los golpeara la fama (eso era lo que más me temía)

Regresando a esa puerta que Barb y yo abrimos confundidas en la enorme mansión, quienes estaban detrás eran Michelle y Axl, cuyo cabello rojo pude distinguir por un segundo antes de cerrar la puerta con más dudas. Los dos estaban teniendo un romance desde hace tiempo, por supuesto que nadie lo sabía, ni siquiera ellos; cuyos sentimientos por el otro habían tardado bastante tiempo en encenderse y estaban confundiendo por algo completamente platónico.

El cariño que Axl sentía por Michelle era evidente, algo mucho más fraternal que otra cosa, confirmado por la increible compasión que sentía por ella, sabiendo su situación con las drogas y con su familia más que cualquier otro, además de su disposición para escucharla y obedecerle mientras retaba a sus demás amigos. Los sentimientos de Michelle, por otra parte, eran aún más complicados, ya que había salido de una especie de romance pasajero con Slash, cosa que pasaba con frecuencia en la banda; más de una vez terminaban enamorándose de la misma chica, por lo que acordaban no ser territoriales con sus novias o "compartirlas" como había mencionado antes. Aun asi, Michelle creyó que lo mas conveniente era ignorar su clara conexion con Axl debido a que el rompimiento ya era lo suficientemente incómodo para el dulce Slash.

El mayor dilema era la naturaleza de Axl, quien buscaba un amor intenso y apasionado, el cual había encontrado con Erin, aunque no podía evitar teñirlo de cierta oscuridad y celos, siendo el motivo de múltiples rupturas y reconciliaciones entre los dos hasta el punto en el que la linea de tiempo de su relación se volvió bastante borrosa y lo que ambos hacían entre rupturas, también. Así fue como se dió la oportunidad, en medio de una (para nada sorprendente) ruptura que sacó a Axl de su centro recien puso un pie bajo el escenario y desató la cadena de eventos que culminó en aquel romance.

En la camioneta de camino a la mansion, Axl empezó a pensar, al igual que todos nosotros; al inicio quería desquitarse con Erin metiéndose con alguna otra chica, una groupie aleatoria de la fiesta que no iba a ver otra vez, ya era costumbre, claro que no iba a ser alguien de nuestro círculo. Pero con suficiente humo en la cabeza, no pudo evitar pensar en Michelle, la dulzura de sus manos al limpiar sus heridas, la confianza que le tenía para dejar que lo calmara, el hecho de que siempre estaba ahí siendo la única que no lo juzgaba. Mientras tanto Michelle, que prácticamente no tenía idea de los sentimientos de Axl hacia ella, se preguntaba por qué nunca se había atrevido a estar con ella, además del claro obstáculo de Erin, se preguntaba qué habría sido si se hubieran elegido desde un inicio.

Así es como después de un par de horas en una gigante fiesta, en medio del gentío y las bandejas plateadas llenas de champaña, se encontraron en el balcón del segundo piso, aquel que tenía vista al patio trasero con la gigante piscina en la que me caería minutos después.

-Que haces por aquí?- Axl se le acercó lentamente, con ese caminar de león que lo caracterizaba, aunque sus defensas estaban bajas.

-Solo hablaba unas cosas con Adriana, había mucho ruido abajo como para hablar- Tomó un sorbo de su bebida, tímida.

-Claro... La estás esperando?

-No, ella bajó... Que haces tú aquí?

-Solo exploraba, es una casa grande.

-Te perdiste?- Preguntó divertida.

-Estoy justo en donde debería estar.

-Por qué?- Sus ojos brillaban bajo el reflejo azul de la piscina.

-Te estaba buscando.

-Que? Por qué?

-Quería hablar contigo.

-Sobre qué?

-Pues dijiste que te gustaría tener tu propia canción- Miró al suelo por un segundo- Y yo quiero dártela.

-En serio harías eso?

-Es lo único que sé hacer, Michelle.

-Eso no es cierto... tienes muchos talentos.

Miró el piso, pensativo, con una sonrisa que se asomaba por sus labios mojados de champaña.

-Eso crees?- Sus ojos brillaban con esperanza y vulnerabilidad, le lastimaba lo mucho que la gente se empeñaba en hacerle creer que era un bueno para nada.

-Por supuesto- Eso fue todo lo que necesitó, aquellas dos palabras repletas de honestidad, de amistad, de verlo a él tal y como era, fueron suficientes para lanzar todas las reglas por la ventana por una noche, esa noche en la que el infierno subió a la Tierra, en la que tocaron el Cielo y era tan fragil que se quebró en sus manos unas horas después.

No pudo evitarlo, sus manos se posaron en sus mejillas y la acercó a sus labios en un arrebato, plantándole un beso que selló su destino hasta el amanecer. Se separó de ella suavemente, con pesar, despues de un suspiro; al encontrarse con sus desconcertados ojos verdes, su pecho subiendo y bajando intensamente, se preparó para lo peor...

Pero se sorprendió cuando en menos de un segundo, sus brazos se envolvieron tras su cuello y se dejó caer sobre sobre sus labios como si los necesitara para respirar, una sonrisa se formó en sus labios en pleno beso, la atrapó por la cintura como a una pluma en el aire y sus manos curiosas dieron paso a lo poco que veríamos Barbara y yo de camino al baño. Se encerraron en la habitación mas cercana, tan ocupados con ellos mismos que ni el fugaz alboroto que se formó en el patio cuando mi yo ebria cayó en la piscina les provocó suficiente curiosidad para separar sus labios por un segundo.

Al culminar la fiesta, todos encontraron su propia manera de irse a casa, algunos demasiado calientes como para subir a aquella camioneta que apenas tenía suficiente combustible para hacer una parada antes de llegar al departamento de Vicky, aquella mansión vió la luz del dia aun repleta de personas que se quedaron dormidas aun celebrando, mientras Axl y Michelle dormían en los brazos del otro por primera y ultima vez y esa noche tuvieron algo parecido a "todo", imaginaban despertar así todos los dias, hacerse desayuno entre risas en la cocina, durando mas que este instante; en su momento mas vulnerable, querian durar para siempre, pero sabian que todo terminaba el segundo en el que se levantaran de la cama, veían el final desde el inicio, solo eran suyos por esta noche, en secreto, despues de eso volvían a la realidad, a lidiar con la peor resaca de sus vidas como todos despues de que la voz de Nikki les dijera

-Hora de irse, tortolitos


***

Esta noche parece la junta de Betty La Fea, dura cinco capitulos jajaja Bueno ya le damos fin a esta noche tan llena de caos y a mejores cosas. Como siempre, me disculpo por no actualizar a menudo, soy muy exigente conmigo misma ultimamente y no quiero subir nada que se me haga mediocre. Espero que les haya gustado este capitulo ya que vi algunas personas apoyando este shipp, muchas gracias por el apoyo, leo todos sus comentarios y aun me sorprende que despues de tantos años siga escribiendo y ustedes sigan leyendo <3

Aqui les dejo un espacio para que me hagan las preguntas que quieran sobre la historia o lo que sea para no estar inactiva mientras escribo el siguiente capitulo.

Muchas graciaas




Hell House (izzy stradlin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora