Hell House (izzy stradlin)

I Persiguiendo un sueño

Los Angeles, 1986

Martes, 7.30 A.M

Fui despertada por aquella molesta alarma que también despertó a Adriana (con la que compartía cuarto) 

- Ya apaga esa cosa- Dijo aun dormida mientras se tapaba la cara con su almohada.

Me levante de la cama con dos horas de sueño para dirigirme a la ducha, después me puse el molesto uniforme del trabajo, tome mis cosas y salí del departamento tratando de no despertar a nadie.

Hace dos meses había llegado a Los Angeles en busca de una carrera como cantante, creí que todo iba a ser muy fácil si tenia talento, pero luego aprendí que en esta cuidad tienes que luchar por tus sueños y yo no estaba dispuesta a hacerlo. Ahora vivía en un departamento de un cuarto con otras tres chicas y tenia dos trabajos de medio tiempo para poder pagar la renta. De día, trabajaba en una cafetería 24 horas; de noche, trabajaba en un club de strippers. No me gustaba ninguno de mis trabajos, pero era lo único a lo que podía aplicar, no fui a la universidad y a duras penas me gradué de la secundaria, pero al menos pagaban mis necesidades.

Cuando llegue a la cafetería, esta estaba increíblemente vacía y May, la otra mesera, no se encontraba.

-Hola, Joe- Le dije al cocinero mientras me acomodaba detrás del mostrador. Joe era el hermano del dueño de la cafetería, el fue quien me ayudó a conseguir este trabajo y era una de las personas mas amables que conocí cuando llegue a L. A.

-Como estas, linda?- Me pregunto mientras salia de la cocina para saludarme.

-Como siempre, pero tengo algo de hambre.

-Otra vez te saltaste el desayuno?- Me pregunto con preocupación.

-Mi departamento no tiene cocina.

Joe volvió a entrar a la cocina y regreso al mostrador con un panecillo y un café en sus manos.

- Aquí tienes- Me dijo mientras ponía mi desayuno sobre el mostrador- No quiero que te desmayes mientras atiendes mesas.

- Muchas gracias, Joe- Le dije con una sonrisa.

Se volvió a dirigir a la cocina mientras disfrutaba de mi panecillo. Las horas pasaban y alguna que otra persona entraba a la cafetería  para volver a dejarla desierta otra vez.

Estaba leyendo una revista en el mostrador, cuando escuche la campana que anunciaba que un cliente estaba entrando, levante la vista para saber de quien se trataba. Era un muchacho de unos veinte años, tenia el cabello largo y negro, llevaba unos lentes oscuros y un enorme abrigo de cuero que cubría casi todo su cuerpo. Se sentó en una de las mesas que se encontraban junto a la ventana, el sol de la mañana hacia que su cabello se viera casi azul, no se veía bien, se notaba que tenia resaca.

Me dirigí a su mesa para tomar su orden como lo hacia con todos los clientes de la cafetería, al verlo de cerca me di cuenta de lo delgado y pálido que era, se veía algo enfermo, eso me preocupaba.

-Que vas a pedir, cariño?- Cuando empece a trabajar aquí, May me dijo que tratar con mas familiaridad a los clientes y decirles cosas como "cariño" me ayudaría a conseguir mas propinas.

-Un café sin azúcar, gracias- Dijo sin ganas.

-Quieres algo mas con eso? Donas? Un panecillo?- Pregunte.

-No...Gracias.

Le serví su café y lo deje en la mesa.

-Aquí tienes, cariño- Le dije con una sonrisa, estaba tratando de hacer que sonriera, me moría por verlo sonreír, se veía tan triste.