Hell House (izzy stradlin)

XXI Noches Acaloradas

Vi como se lamió los dedos mientras me miraba a los ojos, aquella mirada seductora me bastó para arrepentirme de mis palabras en menos de un segundo, sentía mi interior palpitar cada vez que lo veía a aquellos penetrantes ojos y me daba cuenta de aquel bulto entre sus pantalones que cada vez se hacía mas grande. Le eché un vistazo a Steven que estaba dormido con la cabeza sobre la barra de la cocina.

-Maldita sea, Izzy- Dije casi gimiendo para luego besarlo deseosa. Casi al instante siguió el beso de la misma manera, sus grandes manos me tomaron de la cintura. Aquel necesitado beso fue interrumpido cuando Izzy se apartó repentinamente y me tomó de la mano para luego llevarme al baño del departamento.

Cerré la puerta detrás mío e inmediatamente mis labios se mezclaron con los suyos de manera acalorada, me acorraló contra la puerta y mis manos se dirigieron a su nuca mientras que las suyas acariciaban mis costados. Nuestras respiraciones se volvían cada vez mas pesadas y nos besábamos como si nuestras vidas dependieran de ello, sus labios bajaron por mi mandíbula hasta mi cuello en donde decidió morder mi piel, haciendo que se me escapara un pequeño gemido. Sus manos pasaron de mis costados a mis muslos y hallaron refugio debajo de mi falda, justo en mi trasero; casi sin esforzarse, me levantó y me sentó en el borde del lavabo sin dejar de besarme, su mano derecha bajaba el cierre de mi vestido mientras que yo le arrancaba la camisa y la tiraba al suelo. Mi vestido salió volando por el baño, dejándome solo en ropa interior; Izzy dio un paso atrás y me miró de arriba a abajo mientras soltaba un pequeño suspiro, haciendo que mis mejillas se sonrojaran; solo para ver su reacción, desabroché mi sostén y me lo quité lentamente sin dejar de mirarlo a los ojos con lujuria.

-Feliz cumpleaños, Izzy- Dije mirándolo a los ojos.

-Mierda...- Susurró.

Antes de que me diera cuenta, ya me encontraba de nuevo entre sus brazos y sus calientes labios se paseaban por mi pecho como si se tratara de caramelo, fue imposible para mi no soltar un gemido cuando mordió mi pezón derecho y una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo e hizo que mi ropa interior se mojara aún más.

-Izzy... - Suspiré metiendo mis manos en su cabello. Levantó su cabeza lamiéndose los labios y mis ansiosas manos se metieron en sus ajustados pantalones, acariciando el gran tesoro que palpitaba dentro de estos, le quité los pantalones con prisa, revelando lo gigante que era. Antes de que pudiera reaccionar, me arrancó la ropa interior y entró en mi de una fuerte estoncada que nos sacó un sonoro gemido a los dos, estaba tan mojada que solo se deslizó dentro sin tener que hacer esfuerzo.

-Mierda, estas tan estrecha- Gruñó con la cabeza entre mi cabello.

Sus movimientos comenzaron lentos y profundos, soltaba gemidos profundos cada vez que me penetraba mientras dejaba marcas en mi cuello y entre mis pechos.

Sus caricias eran necesitadas y atrevidas, sus grandes manos no dudaban en recorrer cada centímetro de mi piel y se aferraban a mi cuerpo fuertemente.

-Ahhh... Izzy...

De un momento a otro, empezó a hacerlo fuerte y rápido, sin ningún tipo de delicadeza y eso me encantaba. Lo único que se escuchaba en aquel baño eran mis fuertes gemidos y el sonido de nuestros cuerpos chocándose.

-Te gusta fuerte, linda?- Me dijo al oído con la voz ronca a lo que asentí con la cabeza- Dilo.

-Ahh... Me encanta, Izzy.

Como si mis palabras lo motivaran, me dio una fuerte y profunda que me sacó un grito tanto de sorpresa como de placer, cerré los ojos mientras seguía gritando su nombre y sentía como pequeñas lágrimas amenazaban con salir de estos al sentir lo profundo que podía llegar.