Los Angeles, 1986
Alice llegó a la calurosa ciudad de Los Angeles en busca de ser cantante, sin embargo se ve obligada a tomar un rumbo diferente. En West Hollywood, el 7508 detras del Sunset Boulevard se encontró con una casa infernal que contenía...
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Me bajé del autobus junto con mi maleta en la estacion de autobuses y fui caminando a la casa de mis padres ya que estaba cerca en ese pequeño pueblo. La gente me miraba y seguia como si me tratara de una extraña, cosa que no solía ser muy común ya que todos conocían a todos en el pueblo, quien sabe que clase de reputación me gané despues de haberme ido a Los Ángeles.
Cuando llegué a casa, toda mi familia me recibió con un abrazos y sonrisas, en el fondo, extrañaba mucho estar en casa por más de que me fui lo mas pronto que pude. Lo primero que hice despues de dejar mis cosas en mi habitacion fue dirigirme al comedor para devorar un desayuno como solo mi mamá sabia hacerlos, no dejaba de servir comida en mi plato con el pretexto de que estaba muy delgada; lo cual era cierto, lo único que comía era lo que alcanzaba a comprar de camino al trabajo o fideos de un dolar.
-Cuales son las noticias?- Dije tomando un mordisco de mi tostada.
-Qué noticias, chiquita?- Preguntó papá para tomar un sorbo de su taza a de café.
-Mamá me dijo que Maggie tenía noticias.
-Oh, si- Dijo Maggie sonriendo- Me voy a casar- Concluyó emocionada, mostrando el anillo de bodas en su mano- No es genial?- Soltó como una bomba.
No pude ocultar la sorpesa en mi rostro, estaba casi aterrada. Había llegado al pueblo huyendo de un mal de amores y resulta que mi hermana estaba celebrando su amor con su novio perfecto.
Estaba muy feliz por ella y por su prometido, pero una parte de mi no podía evitar sentir envidia y tristeza. Ya me imaginaba a todo el mundo en la ceremonia preguntanto "Y cuando va a ser tu turno, Alice?" porque lo mas probable era que todo el maldito pueblo pensara que conseguí un novio en California, cuando en realidad me había roto el corazon un tipo que ni siquiera era mi novio... Otra vez.
-Eric finalmente lo hizo, eh?- Dije tomando su mano para ver mas de cerca aquel costoso anillo de diamantes.
Eric Evergreen, uno de los bombones del pueblo, el miembro mas joven de la pestigiosa y respetada familia Evergreen. Su padre, el señor Arthur Evergreen, era el dueño de una gran empresa familiar y el hombre mas respetado en toda esta pequeña ciudad; se tenía claro que la dinastía Evergreen poseía muchas propiedades dentro y fuera de Saint Paul. Casi la mitad del pueblo trabajaba en la fábrica de helados de Industias Evergreen y se sabía lo cercana que era esta familia al alcalde del pueblo y el poder que poseían. Eric sin duda era el galan por el que todas las chicas del pueblo competían y parecía que Maggie había logrado ganar su corazón.
-Si, sabía que lo haría.
-Ya tienen una fecha?
-Dentro de tres meses y... Quiero tu seas mi dama de honor.
-Wow- Dije tratando de sonar emocionada- Claro que lo haré.
Despues del desayuno me fui a mi habitacion, que estaba justo como la había dejado y me acosté en mi cama mientras escribía una canción.
