Mis locos husbandos (HxH)

Entrenamiento (Parte 1)

Narra Usui~

Abro mis ojos con mucha dificultad, casi parece que llevo durmiendo años como Blancanieves. El techo que aparece es tan negro como mi futuro.

...

¡! ¡¿Pero dónde estooy?! No puede ser, me dormí y me secuestraron. Tiene sentido, soy una belleza.

Mi momento de idealizarme como diosa termina cuando suenan unos golpes procedentes de la puerta.

Usui: ¿Si?

...: Traigo las cosas para preparar su baño madame

¿Huh? ¿Baño? ¿Madame? ¡No me digan que morimos en un accidente y reencarné en otro lado! No no, calma Usui, puede que no sea así, puede que mi diosa Menchi posea en secreto una mansión y guapos y preciosos chicos sirviéndola.

¡Eso sí tiene sentido! Al fin y al cabo, ser cazador te da mucho dinero. Por lo que... ¡solo hay una cosa que tengo que hacer!

Usui: Claro, pasa

¡Y eso es aprovechar las vistas~! Menchi ¡como me traigas a viejos te partiré la madre!

La puerta se abre, lo primero que veo son unos pantalones de traje demasiado apretados a esas piernas. ¿No que subió demasiado la temperatura en esta habitación?

A esas preciosas piernas le sigue un torso, uno cubierto por una camiseta tremendamente ajustada que no deja nada a la imaginación. Casi como que me apetece pasar mis cachetes por ahí...

...: Madame, ¿desea el agua caliente o templada?

Al mirar hacia arriba por poco muero de un infarto. Sus ojos ámbar se encuentran parcialmente ocultos tras su pelo rosáceo, este se encuentra totalmente libre, parece taaan suave... ¡quiero tocarlo! Aunque lo más impactante es la ausencia de maquillaje.

Creía que era imposible ver una imagen más sexy de él que su yo habitual. ¡Pero mamasita, creo que moriré si me sigue mirando así!

Usui: Ca-Caliente

¡Y ahora se te traba la lengua! ¡Va a creer que tuvimos un corto circuito ahí arribota boluda! Aunque no es del todo mentira~

Veo como Hisoka asiente dirigiéndose a una puerta que supongo es el baño. Tras unos minutos me hace pasar y desaparece de mi vista.

Casi automáticamente sin poder hacer funcionar de nuevo a lo que tengo dentro de la cabeza, me desvisto entrando en la tina.

El agua caliente me relaja de manera instantánea. Cierro los ojos, pero no me da tiempo a pensar en nada cuando siento unas manos tocar mis hombros tensándome.

...: Tranquila señora, soy yo. Venía a darle su masaje matutino

Comienza a mover esas manos cinceladas por los mismísimos dioses. Casi puedo decir que mi cuerpo se derrite bajo su toque. ¡Esas manos son realmente mágicas! Noto como pasa de mi espalda a mi brazo, aprovecho para abrir un ojo para poder espiar de quién se trata.

Pero me arrepentí en el mismo segundo de hacerlo. Lleva una camiseta sin mangas tan ajustada que dejan notar hasta el mas mínimo movimiento de sus músculos, además de ser tan negra que contrasta perfectamente con su piel blanca que parece de porcelana.

Sus enormes ojos negros se encuentran concentrados en el brazo dónde me esta dando el masaje. Pero lo que no puedo dejar de mirar es...

¡Esa trenza perfectamente hecha! ¡Como alguien puede verse tan bien con solo una trenza! Esta cae suavemente sobre su hombro. No puedo parar de imaginarme pasando mis manos por ella deshaciéndola.