Mis locos husbandos (HxH)

Nueva madre y baby hermanito

Narra Usui~

Vuelvo en mí al recibir un golpe en la espalda. Si no fuera por el chaleco del infierno habría salido disparada y habría dado mi primer beso de esta vida al lindo suelo. Al mirarlo veo que hay una lombriz, agarro un palo y me agacho.

Usui: Hola pequeño bichito. Dime, ¿se vive bien sin preocupaciones? ¿Tu familia es normal? ¡Uy! ¡Cuánto me alegro por ti! (le doy golpecitos)

...: Loca, ¡se ha vuelto loca! 

...: Venga Usui, vuelve en ti (me habla dulcemente y con preocupación)

Me sacude un poco, levanto la cabeza encontrándome con unos ojos marrones. ¡De quién crees qué es la culpa de que esté así! ¡Me cago en la concha de tu madre! Solo faltaría que fuese la misma y ya sí me da algo.

Algunos pueden pensar, ¡hija de la chingada, si ser familia de mamapika es genial! Pues yo te digo, no amigo. ¡Porque está tan enchochado con la venganza que no ve ni su ombligo! Doy un largo suspiro y me levanto de un salto extendiendo los brazos hacia arriba.

Usui: ¡Ya volví perros!

Por poco doy al solecito que se había acercado preocupado y del impulso Kurapika cae de culo hacia atrás.

Usui: Ups, perdón 

Leorio: Hay que llevarla al manicomio, tiene cortocircuitos bastantes severos en el cerebro

Zebro: También podéis intentar abrir la puerta y dejar de montar un escenario

¡Cierto! Hoy vamos a probar cómo ha ido el entrenamiento durante todo este tiempo. Gon intenta ir pero la parejita se lo impide diciendo que hasta que no se recupere debe confiar en nosotros. Él asiente con la cabeza.

Zebro: En ese caso, vosotros dos (señala a los enamorados) a un lado y tú (me mira) del otro

Gon: ¿Huh? ¿Ella sola de un lado?

Zebro: Sí

Kurapika: No tengo problema

Leorio: ¡Oye! ¡Estás diciendo que soy peor que ella!

Kurapika: Ya calla Leorio. Si te fijas los chalecos de Gon y Usui son más pesados que los nuestros. Parece que ellos avanzan mucho más deprisa que una persona promedio

Usui: ¿No eras tú el hijo de satán? (mira al cielo, creo que lo hace por no arrancarme la cabeza de un guantazo)

Gon: ¡Kurapika también tiene más peso!

Leorio: ¡¿Heh?! Solo, ¡abramos la puerta ya!

Creo que no le ha sentado nada bien eso de ser el pringado del grupo. Tras el alboroto nos hemos posicionado yo en el lado derecho y ellos al izquierdo.

Usui: ¡Ha llegado la hora de la ver...!

Veo cómo los mamarrachos han empezado a empujar la puerta, cada uno a su aire. Me dirijo a ellos y les pateo las bolas.

Usui: Si no queréis que haga tortilla con el que os queda será mejor que empujéis a la de tres. Hay que sincronizarnos, sino, no la abriremos nunca

Shikuanto: Eres más lista de lo que creía

Kurapika: Eso tiene sentido...

Leorio: ¡Ya lo sabía!

Usui: Sí, sí. Lo que tu digas pero vamos (nos volvemos a posicionar). Una, dos, ¡tres!

Empujamos con todas nuestras fuerzas y... ¡la puerta se desplaza! Hemos seguido empujando cómo si nuestra vida dependiera de ello. Hemos conseguido abrirla lo suficiente para ver a través de ella. De la ilusión hemos dejado de hacer fuerza y hemos salido disparados hacía atrás.