CAPÍTULO 12

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ZERO

Se hizo muy rápido de noche y aproveché que no había luz en este momento para recorrer las calles de la manera más sigilosa posible.

Salí de mi habitación de puntillas y para llegar hasta la puerta de salida aún necesitaba cruzar el salón y el largo pasillo. Así que no tuve más remedio que gatear por el suelo hasta llegar al salón y que Sharon no me viera.

Estaba dormida en el sofá, otra vez se quedó dormida en el sofá viendo una telenovela turca que creo que se llamaba Love is in the air. No sé por qué pero se quedó tan viciada que todas las noches hacía lo mismo. Tumbarse en el sofá con palomitas y ver la tele hasta dormirse. Yo no sé cómo aguantaba esta rutina tan aburrida todos los días.

Cogí su chaqueta que dejó tirada en el suelo y cubrirla porque hacía frío antes de irme de casa.

En la calle noté el viento entrarme hasta los huesos, así que caminé más rápido hacia mi destino para entrar en calor.

Parecía esos pobres michis que correteaban por las callejuelas de noche en busca de refugio. Bueno, yo era algo parecido antes de unirme a mi jefe.

Dejé de lado mis pensamientos y concentrarme en la tarea que tenía asignado esta misma noche.

Llegué a la escena del crimen de esta mañana. La sangre seguía allí, no lo habían quitado del todo porque como lo mostraba en las fotos del periódico era un asesinato más sangriento de lo normal.

Hice un poco de memoria, la víctima había sido uno de los socios de la compañía de comida rápida más millonaria.

Al parecer estos asesinos iban cargándose a gente importante. Antes de que yo me uniera al jefe, la Calavera Sanguinaria ya habían enviado al otro mundo a tres políticos ,a una presidenta y a una espía del país que se ocultaba en una frutería. Y posteriormente a mi unión, se cargaron  a la antigua directora del instituto Federal y ahora a un empresario multimillonario.

Saqué el periódico para ver mejor la foto de la escena del crimen, fueron varias cuchilladas a la víctima hasta dejarle sin vida.

Tenía aún las fotocopias del informe que me había pasado Sharon, como siempre tenía que ser ella la más espabilada, desde luego el jefe la dejó a cargo de nosotros.

Aparte del arma blanca también se utilizó cloroformo, habían rastros de que la víctima había inhalado ese gas. Daba por seguro que lo durmieron para llevarlo hasta debajo de un puente envejecido, una persona como él no se le ocurriría poner ni un sólo pie por aquí.

Lo que pasa cuando alguien es de clase alta y no quiere manchar su imagen de hombre rico lleno de lujos. Desde luego odiaba la existencia de clasificar a la gente y hacer sentir inferiores a unas gentes que podrían ser mejores que los de la sociedad alta.

Terminé de ver todo lo que quería ver y analizar lo sucedido para regresar a casa. La noche y la oscuridad era lo más peligroso en este momento.

Tuve que ser sigiloso si no quería que nadie me viese cotillear alrededor de la escena del crimen o me confundirán con el asesino intentando eliminar todo tipo de pruebas y pistas.

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