CAPÍTULO 18

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ZERO

Erika se dirigía junto con su amiga hacia el supermercado.

Todo iba bien, yo la vigilaba y me encargaba de que no le pasara nada. Pero algo estaba mal, alguien la perseguía por detrás.

No podía ver quién era exactamente, pero la seguía y yo intuía que nada iría bien.

Acerté, de las sombras que ocultaba al acosador apareció una figura humana con un gigantesco casco de calavera que sujetaba una navaja.

Mierda, tengo que entrar en acción.

Me cubro con el pañuelo, la gabardina y el sombrero.

Llegué algo tarde, Sara ya estaba tendida en el suelo, ¿desmayada por el susto? Porque no tenía ninguna herida.

Erika estaba forcejeando contra la persona cubierta para que no le hiciera daño con la navaja. Esta chica era muy buena peleando, le agarró de la muñeca que sujetaba la navaja y se la torció hasta que soltara el arma.

Aprovechando el agarre, le hizo una llave y lo tiró al suelo.

Por desgracia, aparecieron varias personas con calaveras encima y ya no me quedé ahí quieto contemplando sus habilidades.

Salté enfrente suya sorprendiéndola.

— ¡Zero!— chilló y se tapó la boca.

Extendí mis brazos indicando que se quedara detrás mía.

Estas personas misteriosas vinieron hacia mí con una velocidad inesperada.

Tuve la suerte de esquivar las hojas de las navajas. Teniéndolos tan cerca,  derribé a dos de un puñetazo en todo el vientre.

Erika no se quedó de brazos cruzados y me ayudó con los que venían por detrás de mí tirándolos de una patada giratoria. Esta chica era una caja de sorpresas.

— Yo también te ayudo.— Erika me sonríe y yo se la devuelvo, aunque no lo puede saber debido a que estaba yo cubierto por el pañuelo.

Los enemigos no se rindieron tan fácilmente. Erika intentó salvarme de uno porque estaba ocupado con varios, pero yo me los quité de encima y me llevé el corte en vez de ella.

— ¡Ah! — Erika gritó del susto, pero me puse de pie demostrándole que estaba bien — ¿Tienes una herida? ¿Seguro que estás bien?

Levanto el pulgar en señal de afirmación y en este momento llega justo Forem en coche separando a los delincuentes de nosotros.

Unus sale del coche chocandolos con la puerta y los deja a todos en fuera de combate. Esta sí era una bestia.

— Sharon, Esteban. — los llama Erika — ¿Qué hacen aquí?

— Hemos venido porque estabas en peligro, ¿te has hecho alguna herida? — Esteban observa su cuerpo en busca de algún daño.

— No no, estoy bien, gracias a Zero.— Erika me dirige su mirada y me alegro cuando me sonríe.

Aunque sus mofletes sólo están un poco rojos sé qué está ruborizada.

Sharon también desvía su mirada hacia mí y yo doy un paso hacia atrás, daba miedo cuando miraba a la gente seriamente.

Miré hacia otro lado para no incomodarme y vi que los delincuentes ya no estaban, se escaparon.

Apreté mis puños con todas las fuerzas y me fui yendo, ya no tenía nada que hacer aquí.

NOTA DE LA AUTORA:

Ustedes sólo observen

Ustedes sólo observen

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Creo que ya sé a lo que quiero dedicarme de mayor

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Creo que ya sé a lo que quiero dedicarme de mayor...

No, mentira jajajajja

Zero ya está a punto de las 100 leídas y aún falta para los 50 votos.

Y como siempre, les estoy muy agradecida a todos los que hacéis posible mis sueños ^^

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