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Kim Taehyung es un Arcángel perteneciente a la Legión de su padre Moloch.
En el año 1800 a. C. fue enviado a la Tierra con una misión específica.
Se enamoró perdidamente de un mortal y a causa de esto, su padre y súbditos masacraron...
"Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno."
Mt. 5:30 (RVR60)
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Taehyung
He decidido dejarte ir. Serás mío mientras la Luna se tiñe en sangre, haciendo un eclipse con nuestros cuerpos, siendo un solo bálsamo fragante; y al arrojar el sol sus calurosos rayos de luz hacia nuestra habitación, partiré junto a la oscuridad que desaparece con la noche. Mi corazón arderá, mi mente enloquecerá, llevando mi razón presa a esas habitaciones sin cerrojo.
Si Jungkook. Este será mi último adiós.
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- ¿Taehyung? ¿Qué haces aquí? ¿Cómo me encontraste? ¿Qué es este lugar? - Jungkook se agitaba después de finalizar cada pregunta.
- Hey, tranquilo corazón - me acerqué a él para limpiar la lágrima que caía de su rostro con un ligero toque de mis dedos.
La habitación donde nos encontrábamos en ese momento solo estaba iluminada por las velas y el enorme candelabro que colgaba a la mitad del techo, adornado con doce velas sobre él.
Las paredes eran blancas y lisas más su color pálido se aislaba por el tono anaranjado que las velas emanaban.
El olor a jade y jazmín permanecía en toda la habitación junto con la cera derretida que despedía cierta combinación de olor a lujuria, pasion y, sí, amor aunque ustedes no lo crean.
La enorme cama de estilo virreinal residía en él centro, vestida de sábanas blancas de seda junto con la enorme colcha roja aterciopelada con bordes acolchados y lo típico, pétalos de rosas sobre ella, dispersas en ella y parte del negro tapete.
Habitación que se encontraba en un plano astral desconocido para los seres terrenales, una dimensión en la que solo él y yo nos encontrábamos. No había viento ni sonido alguno.
...
- Espera.. - se alejó de mi como si recién procesara lo que estaba sucediendo, con gesto extrañado. - tu... tu eres un Arcángel, de los malos. Me enamoraste para...
- Para ahí. No empieces a hacer conjeturas en tu cabeza que no son reales. - volví a acercarme a él mientras acariciaba su cabello negro - estoy enamorado de verdad, no importa lo que mi naturaleza diga que soy. Es verdad que hay maldad en mi pero tu luz logró aprisionar ese mal en mi, el orgullo y la soberbia están dormidas cuando estoy contigo.
