𝙎𝙄𝙉𝙊𝙋𝙎𝙄𝙎
Kim Taehyung es un Arcángel perteneciente a la Legión de su padre Moloch.
En el año 1800 a. C. fue enviado a la Tierra con una misión específica.
Se enamoró perdidamente de un mortal y a causa de esto, su padre y súbditos masacraron...
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- ya pasó una hora y yo sigo encerrado aquí. Esto si no pienso pasarlo por alto. -
Escuché ese pisar firme tan exclusivo de Taehyung, cada vez el sonido se itensificaba conforme se acercaba más hacia aquí.
- me puse nervioso, como de costumbre, pero estaba sumamente molesto. Quería poner un alto a toda esta situación. -
TH: Al parecer esta es la única forma de tenerte controlado.
Jungkook: ¿de qué hablas?
TH: ¿porque no llegaste temprano al trabajo?
Jungkook: creo que el que necesita respuestas soy yo. ¿Porqué me encerraste aquí? No era necesario. Además, tengo algo que decirte.
TH: deja el drama y habla - decía mientras servía su copa de vino en su escritorio -
Jungkook: vine exclusivamente a firmar mi carta de renuncia. Nunca debi dejar que esto avanzara y...
- se escuchó como se quebraba la copa en la mano de Taehyung, dejando caer gotas de sangre combinadas con el dulce vino -
TH: ¿de qué mierda estás hablando?... ¿renunciar? ¿dejar que esto avanzara? Insistes en ver esto como un juego al parecer.
Jungkook: solo vine a firmar. No discutiré esto contigo.
TH: NO VAS A FIRMAR NADA. Si es por lo de anoche, discúlpeme ¿si? Pero tu vas a seguir aquí conmigo.
Jungkook: acepto sus disculpas, pero he tomado mi decisión.
TH: me pregunto si estas queriendo irte por lo rudo que fuí anoche o por que quieres irte con el tal Yoongi ese.
Jungkook: ¿Yoongi?
TH: te advierto que conozco a todos los empresarios de Italia, sin excepción. Puedo hacer que nadie te de trabajo.
Jungkook: ¿seria capaz?
TH: soy capaz de eso y más.
- me miraba nuevamente con esa mirada fulminante, mientras caminaba hacia mi, aun con el goteo ligero de sangre que caía de su mano. -
TH: Jungkook... tus tonterías y necedad están haciéndome perder la poca paciencia que tengo.
- tomó mi mandíbula con su mano herida, manchando de sangre mi rostro. -
TH: tu no irás a ningún lado. Que te quede claro eso.
- me comenzó a besar de esa manera que me hacia perder la cabeza. Su mano sostenía mi cuello con una fuerza medida que hacia de ese beso una experiencia inmortal. Es tan difícil resistirse ante salvaje seducción. Me iba empujando hacia la pared mientras seguía besando mis labios fuertemente haciendo que jadeara un poco. -
