Las lágrimas de tu familia y el dolor de tu madre, se volvió mi dolor, Llore tanto por ti, que mis lágrimas se convirtieron en tu carne, tu sangre y tu alma, fue entonces cuándo abriste los ojos"
La historia se encuentra situada después de las pelíc...
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Palabras Na'vi:
Utraya mokri: árboles de voces/ árbol de los espíritus. Eiwa txe'lan: Corazón de Eiwa Tsaheylu: vinculo
⁹ La desesperación de tenerte.
El sonido de el agua fluía ritmicamente, guíando la respiración de Neteyam de un estado de calma hasta una respiración pesada y entrecortada, le costaba respirar tanto que creía que se ahogaría, veía a Rey'eng parada hermosamente frente a él con el cabello cubriendo su pecho y el agua cubriendo su cadera, como si la naturaleza misma la vistiera aunque la cueva era obscura, la tenue luz de las plantas ahí dentro y la luz de el bosque que entraba por la boca de la cueva, iluminaban lo suficiente para que ambos pudieran admirarse el uno a él otro, nerviosos, sonrojados, desesperados por tenerse, por tocarse, como si la única forma de saciar el hambre que provenía de sus pechos sólo pudiera llenarse consumiéndose el uno al otro.
Neteyam y Rey'eng comenzaron a caminar una ruta trazada entre ellos, uno a cada extremo de una línea imaginaría que comenzaba a formar un círculo, dando vueltas una y otra vez, mirándose a los ojos y sin quitarse la vista de encima, como si bailaran en algún tipo de ritual para admirarse mutuamente, serios, analizando cada detalle el uno de el otro, Neteyam rompió la ruta trazada entre ellos, comenzó a acercarse hacía ella, imponente y seguro ocorralandola contra las rocas, con los brazos a los lados de su cabeza para que ella no pudiera escapar, Rey'eng puso su mano en su pecho, intentando hacer la cercanía entre ellos un poco mayor pero él no se movía ni un centímetro.
Los ojos amarillos firmes sobre los suyos, la hacían sentir como una presa frente a su depredador, pero al mismo tiempo, amada, Esperaba no ser ella la primera en aventarse sobre él, lo que se le estaba dificultando bastante.
-Rey'eng, ¿Porque quieres que tengamos nuestro propio lugar secreto? Necesito oírlo de tu boca-Neteyam intercalaba su mirada, viendo sus ojos y luego sus labios, acercándose sutilmente cada vez más a ella. -Yo...-a ella le costaba expresarse estaba avergonzada, sabía lo que quería pero no sabía como decirlo. -¿Es por que ahora soy parte de el clan y puedo elegir una mujer?-Neteyam hacía lo posible por ayudarla a expresarse, quería su consentimiento, pero su cuerpo lo estaba traicionando al igual que el de ella, aunque estaban separados por una pequeña distancía que marcaban los brazos doblados de ambos, sus pelvis estaban pegadas,sus cabezas dudaban pero sus cuerpos sabían lo que querían, y ya no podían más con la espera, Neteyam no se dio cuenta de la cercanía de sus pelvis pero Rey'eng que ya se encontraba desnuda, sentía el rose de su erección frotándose contra su parte intima, causandole un cosquilleo bastante nuevo que la hacía sentir bien, intentaba disimular lo que su parte baja sentía, poníendola nerviosa, costandole más el poder hablar.
-Se que ya puedes elegir una mujer...te traje aquí...-Rey'eng estaba demasiado avergonzada, y distraida con lo que sentía entre sus piernas para poder hablar pero tenía que tomar fuerza de algún lado para hablar, puso ambas manos sobre su pecho y respiró siguiendo la respiración de Neteyam-para que no puedas escoger-a Neteyam le daba ternura como ella le daba vueltas nerviosa a lo que iba a decir, la veía con una sonrisa tierna y una mirada amorosa-no quiero que escojas a otra mujer, quiero que me escojas a mi.
