Las lágrimas de tu familia y el dolor de tu madre, se volvió mi dolor, Llore tanto por ti, que mis lágrimas se convirtieron en tu carne, tu sangre y tu alma, fue entonces cuándo abriste los ojos"
La historia se encuentra situada después de las pelíc...
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22 Escuchanos, madre.
Existe una sensaciòn ácida que se queda en la boca, cuando tienes ansiedad; empiezas a sentir tus dientes, tu lengua y todo el interior de tu boca, ya no dejas de pensar en ello mientras ademas sigues preocupado por lo que en un inicio te dio ansiedad.
Jake no podía concentrarse, miraba constantemente hacia atrás como si pudiera ver a sus hijos, provocando que Toruk terminara estrellandose un par de veces hasta que se enojó y le soltó un aletazo a Jake, lo que lo hizo despertar.
—Perdón—se disculpó Jake con un tono irónico.
Neytiri lo veía desde su Ikran con preocupación, ella aunque igualmente preocupada, tenìa fe en sus hijos, estaba segura que debían dejarlos ir ya que este parecìa ser el momento de crecer de sus hijos. Intentó transmitirle ese mismo sentimiento a Jake, pero al haber sido de la tierra su forma de sentir era diferente.
—Nuestros hijos son fuertes—dijo Neytiri—debemos confiar en ellos—pidió—es Tuk quien me preocupa.
—Estará bien, Aonung la llevará a esa isla y cuando se encuentren con Ninat y Peyral ellas y sus hijos la cuidarán—intentó reconfortarla ahora Jake.
—Ella debía venir con nosotros.
—Es demasiado peligroso—dijo Jake con ojos que parecían apunto de romper en llanto—No quiero volver a pasar lo de Neteyam otra vez.
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El basto mar estaba extrañamente calmado, haciendo de el viaje de los chicos sobre el lomo del Wairua algo mas tranquilo. Vitra se habìa encariñado con los chicos, asi que les permitio conectarse a Eywa a travez de ella, era como un árbol de almas andante. De vez en cuando los chicos debìan sumergirse ya que a Vitra le resultaba incómodo viajar sobre la superficie, pero todos fueron muy copeerativos, dejándola hacer lo que le resultara más comodo. Ellos simplemente se adaptarían.
Cuando la obscuridad comenzó a envolverlos, los puntos luminicentes en su cuerpo comenzaron a resaltar, pero, en quien más destacaba era en la hermosa criatura, ya que toda la franja blanca que pasaba por la orilla alrededor de su cuerpo se iluminaba, como un alo de luz. Los chicos sonrieron al verla, era un hermoso espectáculo verla nadar de noche.
—Cuentanos más sobre Ioang'eyktan—pidió Neteyam mientras abrazaba a Rey'eng por la espalda.
Ella volteó a verlo y asintió, se quitó de su regazo para poder sentarse junto a él y el resto en un círculo.
