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Detrás

      Es increíble como una emoción puede tomar control de ti, pero, de todas las emociones, el miedo, es mucho más especial; contradiciendose dentro de tu cabeza, dando vueltas inútiles con lo que deberías hacer, mareandote; tu corazón palpita tan fuerte que lo sientes en la garganta, quieres vomitar, sientes una desagradable sensación en la espalda que te indica que estas en peligro ¿es tu instinto?, la falta de aire y la fuerte batalla interna comienza a desesperarte, haciéndote entrar en pánico ¿voy a morir? ¿Que debería hacer? ¿Debería luchar? ¿Rendirme? ¿Correr?. Puede que termines decidiendote por huir, pero tus piernas no reaccionan y tu cuerpo tiene miedo de darle la espalda a eso que tanto temes, paralizandote, dejándote a disposición de el depredador que te mira hambriento desde las sombras.

      Los soldados intentaban retroceder despacio  por aquel pasillo donde se encontraban los furiosos Na'vi, intentado poner la mayor distancia entre ellos, se podía oir el golpeteo de sus colas furiosas y sus tenues rugidos que intentaban contener para no asustar a sus presas. Los enervantes soldados intentaban reaccionar para salir de ahi, aunque su líder gritara que no retrocedieran y les dispararan pero los soldados tenían miedo de disparar y empezar la pelea. La desesperación, en ese momento de espera en el que ninguno de los dos bandos se movía, a la espera de que el otro atacara, ponía más nerviosos a los soldados, no querían atacar, por que en el momento en el que dispararán esos "monstruos" los matarían y esa fue la primera vez que la General vio a tantos soldados petrificados por el terror.

—¡dije que disparen!—gritó enojada la General Ardmore asustando a sus aliandos, que comenzaron a disparar asustados.

      Neteyam cubrió a Rey'eng  y al hombre agachandolos para evitar los disparos, los vidrios de la "jaula" se rompieron dándoles paso por otro de los costados, pero ellos no querían evitarlos, si no enfrentarlos. Al detenerse para revisar si habían matado aunque sea a la hembra, el lugar quedó en silencio por un momento  cuando de la nada, los disparos comenzaron nuevamente esta vez del lado de Neteyam que logro matar a varios de ellos, disparadores. La General Ardmore se fue, en el momento en que se dio cuenta que moriría si se quedaba; uno a uno los hombres de la retaguardia comenzaron a caer envenenados, muriendo en cuestión de minutos y la barricada de soldados se dispersó.

—¡Es la hembra!—gritó un hombre aterrorizado, ya que no se dieron cuenta en que momento, ella los arrinconó.

       Intentaban pelear, mientras tratan de protegerse,pero los soldados no tenían oportunidad, no podían herirlo a él y no podían encontrarla a ella. Los pisos se fueron vaciando en un intento por salvar al personal no combatiente, intentaron recuperar la electricidad, y poder tener nuevamente iluminación para intentar encontrar a Rey'eng. "¡maten a la chica primero!" gritaban todos desesperados, pero su camuflaje era perfecto, al igual que su destreza y sigilo, incluso era imposible que pasarán a través de Neteyam que la protegía. El soldado que acompañaba a Neteyam, también estaba siendo protegido por él, ya que era quien los guíaba hacia la salida de ese laberinto.

      Envenenados, desangrados, con el cuello roto, heridos por arma de fuego, fuertes contusiones, partidos a la mitad, había mil formas de matarlos, aunque no tuvieran sus armas; cuerpos apilados con todo tipo de muertes se encontraban a los pies de los furiosos chicos. Aunque ambos tuvieran la ventaja en habilidad y fuerza, la gente del cielo tenía la ventaja numérica, además de sus poderosas armas, mientras que Neteyam y Rey'eng estaban agotados y el arma de Neteyam ya no tenía municiones, lo que los dejó sin armas. Por fin las personas de el cielo lograron arrinconarlos, cuando Rey'eng colapso por un segundo de agotamiento. Los demonios, no intentarían atraparlos.

BEHIND || Neteyam || +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora