¿Cómo es posible que estuviese nervioso por el hecho de venir a este bar esta noche?
Y es que, ¡madre del amor hermoso!, ¡me lo estoy pasando en grande!
Ahora mismo estoy sentado en el banco corrido de una mesa junto a Jin y estamos metidos en un acalorado debate con Hoseok y Simms sobre la tecnología, entre otras muchas cosas.
Hoseok no da su brazo a torcer en su opinión de que a los niños pequeños no se les debería permitir ver más de una hora de televisión al día. Estoy totalmente de acuerdo con él sobre eso, pero Jin y Simms, no. Los cuatro llevamos discutiendo este asunto durante más de veinte minutos. Me da vergüenza admitirlo, pero sinceramente no esperaba que todos estos jugadores de hockey tuvieran opiniones claras y supieran expresarse bien sobre asuntos no relacionados con el hockey. Para mi sorpresa, son mucho más complejos de lo que habría apostado.
—Los niños necesitan estar en la calle montando en sus bicicletas, atrapando ranas y trepando a los árboles —insiste Hoseok, agitando su vaso de cerveza en el aire como si quisiese subrayar su argumento con eso—. No es saludable que se queden encerrados dentro de casa mirando una pantalla todo el día.
—Estoy de acuerdo con todo, menos con lo de las ranas —suelto—. Las ranas son babosas y asquerosas.
Los chicos se echan a reír.
—Cobarde —se burla Simms.
—Va, venga, Jeonny, dale una oportunidad a las ranas —protesta Hoseok—.¿Sabías que si le pegas un lametazo a algunas de ellas te puedes pillar un buen pedo?
Le miro con horror.
—Mi interés en lamer una rana es CERO.
Tras una carcajada, Simms suelta:
—¿Ni siquiera para que aparezca tu príncipe azul?—No, ni siquiera en ese caso —le digo con firmeza.
Hoseok toma un gran trago de cerveza antes de guiñarme un ojo.
—¿Qué tal lamer algo distinto a una rana? ¿O eres anti lamidos en general?
Mis mejillas arden ante la indirecta, pero el brillo pícaro de sus ojos me dice que su intención no es ser grosero, así que respondo con mi propia dosis de provocación.
—Naah, soy prolamidos, siempre y cuando lama algo rico.
Otra ronda de carcajadas estalla en la mesa, pero Jin no se une. Cuando le miro me doy cuenta de que sus ojos están abiertos de par en par y desprenden calor.
Me pregunto si se está imaginando mi boca en su... no, no vayas por ahí.
—Joder, que alguien le ate las manos a la espalda a ese viejo para que deje de monopolizar la máquina de discos —dice Hoseok mientras otro tema más de Twice resuena en el bar.
Todos miramos al culpable: un tipo local con una tupida barba roja y una cara de malo como nunca había visto en la vida. Un instante después de que la máquina de karaoke se clausurara por esta noche, Barba Roja corrió a la máquina de discos,metió diez dólares en monedas de veinticinco centavos dentro y seleccionó una playlist de Twice que hasta ahora ha consistido en Fancy, Fancy y más Fancy. Ah, y una canción de Black Pink , con la que al parecer Simms perdió su virginidad.
Finalmente nuestro debate pasa al hockey; Simms intenta convencerme de que el portero es el jugador más importante de un equipo de hockey mientras que Hoseok le abuchea sin parar. La canción llega felizmente a su fin, y es reemplazada por el tema de Chord Overstreet , Hold on. Cuando los primeros acordes suenan, noto que Jin se pone tenso a mi lado.
—¿Qué pasa? —pregunto.
—Nada. —Se aclara la garganta y luego se levanta de la mesa y tira de mí hacia arriba hasta que estoy también de pie
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Prohibido Enamorarse
FanfictionAdaptación al Jinkook ♡ Esta hermosa portada es realizada por @VanTTGraphics de la editorial @sanrio_studios