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La casa del padre de Jin no es una mansión como yo esperaba; es una casa de piedra rojiza en el barrio histórico de Seul, lo que imagino que viene a ser el equivalente a una mansión. La zona es preciosa, eso sí. He estado en Seul varias veces, pero nunca había venido a esta parte lujosa de la ciudad y no puedo dejar de admirar las hermosas casas adosadas del siglo XIX, las aceras de ladrillo y las pintorescas lámparas de gas que bordean las estrechas calles.
Jin apenas ha dicho una palabra durante el viaje de dos horas en coche. Su cuerpo, vestido de traje, ha estado emanando tensión en oleadas palpables y constantes que solo han conseguido ponerme incluso más nervioso. Y sí, he dicho "vestido de traje¨, porque lleva camisa de vestir blanca, corbata, pantalones negros y chaqueta negra. La costosa tela se ajusta a su cuerpo musculoso como un maravilloso guante, y ni siquiera la mueca permanente de su rostro le resta ni un ápice a su increíble atractivo.
Al parecer, su padre le exigió llevar traje. Y cuando Kim Phil descubrió que su hijo iba acompañado, pidió que también yo me vistiese de manera formal. Conclusión: llevo mi elegante traje azul que me puse para el concierto exhibición dé primavera del año pasado. El material sedoso hace que me sienta cómodo, y lo he conjuntado con unos botines negros elegantes que robe del armario de Jimin, que provocaron la sonrisa de Jin cuando se presentó en mi puerta y me informó que ahora por fin podría besarme sin tener tortícolis después.
Nos reciben en la puerta principal, pero no el padre de Jin, sino una mujer guapa y rubia con un vestido de cóctel rojo que revolotea alrededor de sus tobillos.
También lleva una torera de encaje de color negro con mangas, algo que me choca bastante, porque dentro de la casa hay como unos 1000 grados centígrados. Madre mía, qué calor hace aquí dentro. No pierdo ni un segundo en desprenderme de mi chaquetón en el elegante salón.
—Jin —dice la mujer de forma agradable—, es maravilloso poder por fin conocerte.
Parece tener unos treinta y tantos, pero es difícil de adivinar, porque tiene lo que yo suelo llamar «ojos viejos». Son esos ojos sabios y profundos que revelan que una persona, más que una vida, ha vivido ya varias. No sé bien por qué me da esa sensación. No hay nada de su elegante atuendo o de su sonrisa perfecta que insinúe que haya vivido tiempos difíciles, pero la superviviente a un trauma que hay en mí siente de inmediato una extraña afinidad con ella.
Jin contesta con voz brusca pero educadamente.
—Para mí también es un placer conocerte, eh,...
Deja que la pregunta cuelgue y los ojos azul pálido de la mujer parpadean con tristeza, como si se hubiera dado cuenta en ese instante de que el padre de Jin no le ha dicho a su hijo el nombre de la mujer con la que tiene una relación. Su sonrisa se tambalea durante un segundo antes de volver a estabilizarse.
—Kim Sun-hee—completa—. Y tú debes de ser el amigo de Jin.
—Novio —informa Jin antes de que yo pueda decir algo.
Sun-hee nos mira desconsertada un un momento pero luego vuelve a sonreír.
—Es un placer conocerte. Tu padre está en la sala de estar —le dice a Jin—.Está muy contento de tenerte aquí.
Ni Sun-hee ni yo ignoramos el bufido que se oye desde donde está Jin. Aprieto su mano en una silenciosa advertencia para ser amable, sin dejar de preguntarme qué quiere decir con «sala de estar». Siempre asumí que esas salas es donde se reunían los ricos para beber su jerez o brandy antes de acercarse tranquilamente al comedor con treinta sillas. Pero el interior de la casa de piedra rojiza es mucho más grande de lo que parece desde fuera. En nuestro camino, pasamos dos habitaciones —un salón y después otro salón—, antes de llegar a la sala de estar. Que se parece a... otro salón. Pienso en La acogedora casa de dos plantas de mis padres, y en cómo esa miserable casa de tres dormitorios ha estado a punto de arruinarlos, y me trae una oleada tristeza. No parece justo que un hombre como Kim Phil tenga todas estas habitaciones y el dinero para amueblarlas, mientras que unas buenas personas como mis padres tengan que esforzarse a más no poder para mantener un techo sobre sus cabezas.

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Prohibido Enamorarse
FanfictionAdaptación al Jinkook ♡ Esta hermosa portada es realizada por @VanTTGraphics de la editorial @sanrio_studios