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Me despierto en brazos de Kim Seokjin por segunda vez en dos semanas. Pero esta vez..., esta vez quiero estar ahí.

Ayer por la noche sucedieron una serie de experiencias reveladoras. Bebí en público sin tener un ataque de pánico. Me vi obligado a aceptar que la violación me ha jodido mucho más de lo que me permito admitir.

Y decidí que Jin es la respuesta a todos mis problemas.

Mi intento de seducción puede haber fallado, pero no fue por falta de deseo por parte de Jin. Sé exactamente lo que le pasó por la cabeza: «Jungkook está borracho y no está pensando con claridad».

Pero se equivoca.Mi cerebro estaba absolutamente despejado. Besé a Jin porque quería hacerlo.

Me habría acostado con él porque quería hacerlo.

Ahora, a la luz del día, sigo queriendo.

Ver a Dasoon me dejó con una sensación de miedo e incertidumbre. Me hizo cuestionarme qué pasaría si empiezo una relación con Namjoon. Me hizo preguntarme si eso no abriría una puerta a más frustración y decepción en mi vida.

Sé que suena a una locura, pero un test con Jin podría ser justo lo que necesito para resolver mis problemas. Él mismo lo dijo: no sale con chicos, se acuesta con ellos. No hay riesgo de que se enamore de mí o de que me exija una relación. Y no esque no haya química entre nosotros. Hay tanta que podríamos perfectamente servir de inspiración para una canción de R & B.

Sería un plan perfecto: yo podría acostarme con un chico sin sentirme ahogado por la presión de estar en una relación. Con Dasoon, mis problemas sexuales se hicieron cien veces peor justo por esa presión, porque la parte del sexo estaba entremezclada con la parte del amor.

Con Jin, puede ser solo sexo. Puedo intentar juntar de nuevo las piezas de mi sexualidad sin preocuparme de poder decepcionar a alguien a quien quiero.

Pero primero, necesito que esté de acuerdo con el plan.

—Jin —murmuro.

Él no se mueve.

Yo me arrimo a su cuerpo aún más y le acaricio la mejilla. Sus párpados se mueven, pero no se despierta.

—Jin —digo de nuevo.

—¿Mmmmfhrhghd?

Su galimatías me hace sonreír. Me inclino sobre él y presiono mis labios contra los suyos.

Sus ojos se abren.

—Buenos días —digo con inocencia.

Parpadea rápidamente.

—¿Acabo de soñarlo o acabas de darme un beso? —pregunta aturdido.

—No lo has soñado.

La confusión empaña sus ojos, pero cada vez va estando más alerta.

—¿Por qué?

—Porque me apetece. —Me siento y cojo aire—. ¿Estás cien por cien despierto?Porque hay algo muy importante que tengo que preguntarte.

Un enorme bostezo eclipsa su rostro mientras se coloca en posición vertical. El edredón cae hasta la cintura, su pecho desnudo aparece y mi boca se seca de inmediato. Su pecho está esculpido como un diamante. Bordes angulosos, piel brillante y masculinidad pura.

—¿Qué pasa? —dice con voz ronca medio dormida.

No existe manera en el mundo de expresar lo que voy a decir sin parecer desesperado y patético, así que simplemente dejo escapar las palabras para que se queden colgando en el aire.

Prohibido EnamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora